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G -— Ad DN A NECESIDAD DE LA PENITENCIA. 37 perdona con esto , sin ser necesario mortificar la, car- ne , castigar las culpas , y hacer violencia á las pasio- nes , sujetándolas con la penitencia á la razon y á4 la ley..Tal es su maldita doctrina , tanto mas perniciosa; quanto es mas conforme á la naturaleza corrompida, que apetece vivir á sus anchuras,y se acomoda muy mal con el rigor y mortificacion : doctrina que, añni- quilando la penitencia , suelta las riendas 4 todos. los desórdenes. Pero no es esta , christianos mios, la doc= trina de nuestra madre la Iglesia; y dexando aparte por ahora lo que San Cipriano , San Ambrosio, San in, San Gregorio y otros Padres dexáron dicho para destruir de antemano esta abominable doctrina (a), me contentaré con exponeros el oráculo del Espíritu Santo pronunciado en el santo Conci lo de Trento:: en el qual eatre otras verdades allí declaradas ;- hallamos definido por puato de fe ,-lo primerc ', que hay tres partes en la penitencia , que son contricion , confesion y satisfaccion , las quales son como materia de este Sa= cramento , y que estos actos del penitente concurren á su esencia é integridad , y 4 la remision de los pe- cados. Lo segundo , que aunque en el Sacramento de la Penitencia recibido debidamente se perdona toda la _culpa , con todo eso la pena del pecado no siempre se quita , sino que se conmuta de pena eterna en tempo- ral. Lo tercero , enseñan tambien los Padres del Con= - cilio que: estas obras penales y satisfactorias le procu- tigar el mal que se hizo , remedios para precaver el. mal que se puede hacer :.son penas por los pecados pa= sados que es necesario satisfacer ,son remedios para los pecados futuros que debemos evitar. Huir estas pe- nas , y no sujetarse á ellas , es hacer nada por lo pa- (a) S. Ambr. lib. 1, de Poenit. $, Aug. hom. 41. et alii SS. PP,