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aa ¿e O en e SOBRE LA ELECCION DE ESTADO. 339 casados irreprehensibles : traten de ser santos en el cuerpo y en el espíritu, viviendo como puros conti. nentes , y pasando con unas costumbres exemplares la corta peregrinacion de esta vida , lleguen á coronarse de triuafos en la eterna gloria :- Beata gens, cujus est Dominus Deus ejus , populus quem elegit in bereditatem $104! ¡Bienaventurada el alma que acertó con la divi: na vocacion! Ella tendrá al Señor por su Dios , y wa rá su heredad por los siglos sempiternos. “Ya vais percibiendo que de acertar en la eleobiol de estado ,siguiendo la divina vocacion , se siguen'to- dos 1 0 ginables , el cumplimiento de los de- signios de Dios : sus criaturas , el lustre de los es: tados , la santificacion de 10. almas , el buen gobier- no de las monarquías, el órden er ¿las dependencias, la tranquilidad 'd elos pu ', la: verda: tre las gentes, y la a felicidad entre to- de los vivientes : Beata gens ,cujus est Dominus Deus ejus , populus quem elegit in bereditatem sibi! Por el contrario , quando una persóna abraza algun estado ara el que o. no le llama , sale fuera de los desig+ los et pe nos que a adorable. Providencia ha: formado, qe entró .( robada, y abandonada á sus propias luces extremamente débiles y defectuosas , no da un paso siaE cd, no hay tropiezo sin cua $ni Cai- a. mes $ vil mi US pa Sa a ; el wal: versal disgusto de las gentes en su suerte, y la: funes- ta corrupcion de todo el mundo. Podrán tal vez por unas ocultas é incomprehensibles permisiones del Al- tísimo conseguir grandes empleos , amontonar riquezas, y elevar su fortuna hasta sentarse sobre el mismo tro- no , pero siempre serán unos intrusos , á quien Dios no llamaba á reynar , y unos Príncipes desconocidos vy 2