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De La MISERICORDIA DE Dios, 5 'sericordia en llamar al pecador á penitencia : parte se- gunda. Y. porque es , finalmente , la misericordia de Dios grande en recibir y perdonar al pecador arrepen- tido : parte tercera. ] Vos gran Dios , que sois rico en misericordias, usad- las.eon nosotros. No permitais que el demonio, el mun- doy las pasiones inutilicen con sus astucias la fuerza de vuestra divina palabra. Hacedla pasar desde mis la- bios á los corazones de mis oyentes , para que cono- ciendo todos que vos esperais , llamais y recibis al pe- , cador Contrito y arrepentido , no dilaten un momento su verdadera conversion. Yo, Señor ó publicaré. con mi lengua eternamente vuestras “misericordias , y diré con vuestro RES Misericordias Esos in proa £an- | nifestaros madre de ETIDOraIA aAT, por. 1nOSO- risto tu Hijo, Dios y Hombre. verdadero, Así lo esperamos de vuestra clemencia ; y yo fiado en vuestro soberano patrocinio voy á dar las pruebas de 2. tres verdades que acabo de PropoRess 5 dd $ E PRIMERA PAR TE. Es el pecado mortal un crimen tan enorme que la criatura comete contra el Criador, desobedeciendo sus mandatos , pisando sus leyes , desertando de sus ban- deras, y volviendo' contra el mismo Dios. sus. benefi- cios, que en el momento que el hombre le. executa, merecia que la divina justicia.le arrancase del mundo, y sepultase en el mas profundo pozo del abismo. Ea el instante mismo que el hombre peca gravemente, per- diendo la divina gracia, DES 2 su alma, _ des- (a) Psalm. LxxXyIn. y. 2»