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e DeL Fin PARA QUE DiOs NOS CRIÓ. 279 pueblo; y vistieado al niño con la púrpura Real, le tomó en sus brazos, le presentó á la multitud , y, di- xo en alta voz: viva, señores , la justicia y fidelidad: aquí teneis 4 vuestro Rey ; que no soy yo mas que uno de sus .vasallos. ¡Accion verdaderamente admirable! Un gentil por un reyno entero no quiso cometer un pecado , ni tener parte en el aborto, conducido sola- - mente de la luz de la razon, que le enseñaba á huir el _mal y obrar el bien; y 4 tí, infeliz: muger , que hi- ciste tantas maldades para acabar con esa pobre cria» tura que tenias en tu seno : á tí, bárbara y cruel, Que efectivamente le quitaste la vida, porque no se supiera tu desliz, ¿de qué os ha servido la razon? Un gentil no ofende á Dios por un reyno entero; ¿ y tú por una nada vendes tu honor y tu alma? Un gen- til no comete un pecado por un reyno entero; ¿y tú juras, maldices, blasfemas, y te abrazas con el in- fierno por no restituir lo que injustamente posees? ' ¡ O-ceguedad del entendimiento humano! ¡O lums bre de- la razon! ¿en dónde estás? Tan apagadarse ha» lla. en 1í como tu fe. Con esta, se conoce á Dios sin comparacion alguna mucho mas que con la razon na= tural. La fe es aquella virtud sobrenatural que nos in- fundiéron graciosamente en l santo bautismo, para que con ella ¡nos empleasemos en conocer el sumo bieñ, que es el fin para que Dios nos crió. Elévanse con ella nuestros entendimientos 4 la clase de sobrenaturales, y corroborados de las divinas E crituras y tradiciones santas, llegamos de un modo maravilloso á conocer que Dios es un sér eterno, infinito, inmenso, ommni- potente , incomparable, divino y soberano :-u sér fuer- te , independiente, principio de todos los seres; un sér trino €n personas, y uno en esencia : un sér por quien subsiste toda esta hermosa máquina del orbe ; un sér infinitamente bueno, sabio , justo y misericordioso, + en quien vivimos , nos movemos y somós,.y que dará iy? 6

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