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258 ¡ SERMON XI, yos escritos teneis con freqiiencia en vuestras mános, y cuya verdad no podeis negar. Estos son el Censor y el Pensador. Sí , señores; el primero dice: “ Las co- » medias son hoy unas escuelas de infamia , donde no »se aprende otra cosa que la impureza y la deshones- mtidad:: la desobediencia á los padres y magistrados, "las yenganzas mas atroces que se pintan como nece- »Sarias para lavar las manchas del honor : las delica- »dezas del bárbaro duelo : las costumbres quixotescas, » be Eocrcialoy ara de la nobleza falsa : el desprecio de humildes é inferiores: las modales: toscas y bru= »tales de los majos , haciéndolas pasar por caracte- »rísticas del español, y. Pidicilizando al mismo tiempo »las costumbres mas inocentes de las naciones extran= »geras; y en una palabra, donde se aprende todo gé- s»uero de vicios opuestos no solo á las. costumbres de s»un christiano ¿ sino á las de un hombre honrado de »»qualquiera religion (a).> ,Ved “aquí el estado «actual - de nuestros teatros, delineado por un español ahora, ahora mismo en nuestros dias “Y: cuyos escritos, im- presos Corren: con : tacion por soda España. ¿Qué os parece ? ¿ Los San- tos diéron jamas una idea tan horrible de las comedias? ¿Los gelecion qu en ella: repralesqdsan eco :2ejós: ver» feriores 4. | » E > E , Ze hos E ad : | ' ¡ ul A luz , si no “quereis as obetinados en >= mec for- zosamente habeis de confesar esta verdad. Con no menor vehemencia que el primero se levan» ta el segundo, y en sus pensamientos 3? y 9.” des+ cubre y abomina hasta lo sumo las necedades, las ig- norancias, la barbarie y las indecencias que se ven en nuestro tiempo en el teatro. No se ve, dice, mas »que un texido de necedades,, de delirios, de Ea 19 (2) El Censor, disenrs a pág. 497: y en otras paren