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a” om o A ahora iamediata= E O nt q ira conseguir vuestra salvacion; isito esencialmente necesario cumplir las” iones de vuestro estado, las obligaciones de la socit la d civil, y las obligaciones de la religion chris- E - e la observancia de estas tres obligaciones ja- mas conseguiteis el cielo. Vosotros confesais esta ver= dad; pero no habeis pensado en que para cumplirlas era necesario vencer vuestro genio, despues de haber- le. bien pecto: Escuchadme , y lo reis Vi s hal is sentados abre el tribunal de la justicia: este es un estado que pide una integridad inflexible , una equidad inalterable. Ngnotzos ps la bon- dad de vuestro genio ño « u sierais dis 4 na pues advertid, qué por bueno que os sta en la obligacion. de epale | y Opoñeros Decio mente á la maldad , á pesar de las solicitudes , los em- peños y manejos de un grande, de un amigo , de un pariente y de un rico y poderoso : de otra suerte no Eo liriais. ciertamente con las poigaciones de do tute “irrumpere iniquitates Ya. | sotros. estals' en una condicion de sumision y dependencia , en que el mé- rito de la santa obediencia debe ser vuestro único pa- trimonio ; teneis no obstante un genio altivo é: impe- Jm propio para dar leyes, y- hacerlas obser- var , que para obedecer. Pues es necesario que humi- lleis vuestro genio , que templeis la fogosidad de vues- tro genio , sometiéndole constantemente á las órdenes de quienes dependeis, acordándoos de San Pablo, que dice : Omnis anima potestátibus sublimioribus subdita (a) Eccli, c. vir. v. 6.