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RA y »76 SeERMON VI Pero quisiera que no os descartaseis de esta obli= gacion con la excusa de que modelo tan perfecto de sufrimiento es propio de la santidad del Criador, no». de la debilidad de la criatura ; porque os confuadirian los innumerables exemplares que en las leyes natural, escrita y evangélica podriamos presentaros. Os con fondiria un Abel , sufriendo:con paciencia el genio ira= cundo, rústico y violento de su hermano Cain: un Noé, manejando prudentemente el genio traviesoy atre- vido de su hijo Chan: un Jacob, tolerando p r. 1 chos años, ya el genio avaroy ] , Labán, ya el genio. violento ; arrebatado y soberbio de .su hermano Esaú. ¿Y qué podria yo deciros de su 0 e Joseph? ¿Quántas envidias,.quán- las, -quántos malos tratamientos , quántas > le maquináron sus hermanos, cuyos quietos , vengativos y falsos , no solo ciencia, sino que :llegó (4 ser su pan en el hambre, su. TÍqueza en la o y su peral + y. : verdaidag terrenos, semejantes á vosotros, de la misma masa de AS de que Solsatis ¿ocados vosotros;y pero uelle- ei hace trando en el tiempo de la ley de gracia? ¡ O Dios oz mortal! ¿Qué lengua de Angeles, ni de hombres po- dria dignamente explicar los modelos admirables de sufrimiento, que el genio cruel, sanguinario , sober= bio , inflexible y avaro de los perseguidores de la Igle- sia y la virtud, nos presenta en los Apóstoles , los Mártires , los Confesores , las Vírgenes, y quantas per- sonas han vivido irrepreheasibles en el christianismo? ¿Quántas cárceles honráron? ¿quántos destierros san-