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132 | SERMNO VI, míos sus fatigas; y enriquecerse con sus despojos. Así os pagaremos vuestras mentiras, vuestras murmuracio- nes , vuestras calumnias; y miéntras que vosotros (¡ó infelices. murmuradores!) aparecereis delante de los cie- los y la tierra como unos espíritus vanos , que entu- mecidos con una soberbia luciferina, cortan y des- pedazan quanto encuentran < como unos espíritus en- vidiosos , que se carcomen y consumen por la felici- dad agena : como unos espíritus vengativos, q. a. crifican 4 su odio y AS taciones gua y en sus ps en sus: ebimmientos , en sus pa- Jabras y escritos: -miéntras que todo el mundo- os lle- nará de oprobrio por lo afrentoso y vil de vuestro orar ,» nosotros solos entre el vestíbulo y el all loraremos , para que vuestro: ménos rigu- FOSO , y ménos funestas las consegiiencias de vuestras murmuraciones ;: esta es rc reg es materia de siga E TE Ñhet dos i Es indubitable, “amados mios, que hay varios pe- cados que Mevaú Sotoigó un cierto: jsliciame » . cla ST LAMA est. treodel su debilidad es pode para inclinar y atraer los hombres 4 que no reparen tanto como'es justo en su fealdad y su malicia. Un ladron , por exem= plo , comete ( ¿quién lo duda?) un gravísimo ap. | pero él se figura una particular utilidad en la cosa hustada , que le mueve á cometer el hurto. Un: impu= a y bien Conoce que peca , quando con sus pensamien- , sus palabrasy sus obras contraviene al sexto man- o de la e, inmaculada del Señor: sin embar- go, - ona: d des desórdenes de su. lascivia pu eS E L> ms