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| ConTrRA LA MURMURACION. 123 lidad de la casada;'la desgracia de la viuda : m ni- fiesta la traicion de un amigo , la deshonra de un ca= ballero , el lunar de un Sacerdote , y el eclipse de un Religioso; y advirtiendo que: es aplaudido su talento; despedaza, corta , raja sin ningun reparo los créditos mas bien puestos, las reputaciones mas asentadas ,.las. conductas mas irreprehensibles. ¿No veis como la pa=" sion de vanidad precipitó á aquel miserable en las mur= muraciones mas horrendast Pues no es ménos cierto, que en otras personas la maligna cuvidia es el princi. pio de su murmuracion. 2. Efectivamente , amados mios : esta vil pasion es | Areqiientes y ordinarios principios de la murmuracion.. Preguntad sino hi ¿San quién le mo- vió 4 decir tal . de Davi pro ade. as muerte con tantas * ; con tanto encoro. El conocia la virtú ha-y- tiles 'osde - David, habia recibido de él e mas , grandes cn cios; y era el hombre que con su brazo , su cabeza y su religion mantenía el terror de sus enemigos , la a de Israel, + el culto del verdadero Dios. No. a vaul; Ss 2S - A era > ud egría y celebrar con elaricos y nba iedS la insigne victoria que consiguió del gigante Goliat. Escuchába- las quando decian : Saúl venció 4 mil, y David ven= ció 4 diez mil; y atormentado de la envidia , no des= cansó un punto desde aquel momento de perseguir 4 David. La envidia enardeció los ánimos de Esaú con= tra Jacob , de sus hermanos y io Joseph, y de Si- mon Mago contra San Pec In felle iria video te esse (a). La envidia, en fin, abrasó los áni- mos de los Escribas y Fariseos para murmurar hasta (a) Act. Ápost. €. VII. Y. 23.