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De La ETERNIDAD. 11Ir treinta: y nueve coronas que baxan de los cielos, para premiar á los Santos. ¿Y la quadragésima corona dón- de-está ? ¡O juicios incomprehensibles del Omnipoten; te +5 qué terribles. sois, pero" qué justos! Un momen+ to ántes de con umar su martirio "le:falta el ánimo á uno de losquareñta, y abandonando la fe, pasa á un baño templado que-los infieles tenian preparado, y pen- sando salir del peligro temporal, se entra en un pe- ligro eterno, y perece” para siempre; y advirtiéndo= lo todo el portero, ó guarda del estanque , llama á sus compañeros, se desnuda de sus vestidos , confie- sa. á voces la religion de Jesuchristo, se entra en el estanque «con los treinta y nueve mártires, y en un momento logra la quadragésima corona que habia perdido el otro: O: altitudo divitiarum econo eb scientiv Dei la 'incomprehensil 2 nos, é 11 vestigables decretos de la misericd y de | cia «de Dios! En un momento baxa: el uno ar puertas del cielo hasta lo mas profundo del infierno;y en ua momento sube «el otro desde las puertas del infier- no hasta la gloria , recibiendo ámbos un decreto, aun= ques encontrado en su destino , irrevocable en su du- ¡on , ide et endic el uno , de pa jon . o Maia al ordos els» - Pobrecillos pecadores de mi alma , advertid que en estos breves y trabajosos dias que vivis podeis reprimir vuestras pasiones, podeis llorar los desórdenes de vuestra vida, podeis hacer frutos dignos de penitencia y. : deis r la gracia y amistad de pero apénas la eternidad os envuelva en sus in senos : apénas el decreto de vuestro eterno destino se pronuncie, ya el tiempo de arrepentirse se acabó, ya la penitencia es imposible para vosotros ; y á la parte que el árbol cortado se incline, y caiga, ¿bi erit (b), (a) Epia. D-PánL 18Rin ia ps. (b) Eccles.c.X1. v+3.