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102 SermMON V. fierno : aquellos siempre en el cielo, Los réprobos siem- pre con los demonios : los bienaventurados siempre coa los Angeles : los unos siempre con Dios: los otros siem- pre con lucifer. ¿ Qué christiano hay que si conside- ra estas verdades, no se anime á caminar con nuevo espíritu y fervor por el estrecho camino de la gloria? ¿Qué avaro que no restituya sus injustas riquezas, dan- do de limosna hasta. los propios bienes? ¿Qué lascivo q no mo ue su cuerpo, huya «de papi, y e los Sacramentos? ¿Qué ocioso que mo se apli- que 34 a un trabajo honesto para ganar el pan conel su- or de su rostro? ¿Qué pecador de qualquiera clase y condicion Que sea, que no se abraze con los salu- dables rigores. de la penitencia, para librarse de una eterna maldicion ? ¿Qué pensais, amados oyentes mios,, que os podreis escapar de la eternidad? ¡Ay que uno, porque ella es inevitable ! ¿Creeis que os avisarán? Tampoco, porque ella es oculta. ¿Os persuadis que po- A remediar vuestra desdicha? Nada ménos, porque Aquí, señores 5 LESS a > rt ee dr: pe ' la . e, y Ñ me 4, Y rr - tros y yo. “fuimos. concebidos para nacer, "nacimos para vivir, vivimos para morir, moriremos para ser juzga- dos, y. seremos juzgados para recibir el premio: ó cas- tigo eterno de mano del Omnipotente , conforme á la santidad ó desórden de nuestras costumbres. Miéntras vivimos sobre la tierra, es la inconstancia nuestro ca- rácter , y el de todas las cosas que nos rodean: to- do es mudanzas , todo contingencias. Podemos ser ri- cos como, el rico avariento; pero tambien podemos ba- xar como él al infierno desde los banquetes espléndi-