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SiuíoÑ VIII. ¡O·duldsímo J esus , y amable redentor de· nuéstras a"r– mas, que diste la vida por ellas en una _cruz , porque no se perdiesen eternarnerr~e ! vos sabeis , Señor , qué mal tan universa} y formidablé es el escándalo ; pues os roba en todo el universo las almas que costáron vuestra sangre y vuestra vida. Yo te suplico· , Señor , me concedas en esta tarde vuestra especial asistencia,. para que yo manifieste la horrible defprrnidad de. este pecado , y los medios oportu-. nos par~ no volverle á cometer, y resarcir sus daños. Esto o~ suplico por la intercésion de vue'stra modestísima Madre, , cuyas . palabras y obras fuéron siempre llenas de edificacion y buen exemplo á ·su!i ·próximos; y fiado en su poderoso. patrocinio doy principio á probar. lo que he propuesto. PAR TE PRIMERA. Seria casi imp9sible que hubiera tantos escándalos en e! nmndo , si nosotros llegáramos á conocer. la espantosa enor.. 'midad_de este -pecado.·A pocas reflexiones que hiciéramos, ha:. Hiriamos en él tan poderosas razones para aborrecerlé , que evitarfamos en lo sucesivo ser funesta causa á nuestros pró– ximos para tan tristes y deplorables ruinas. Efectivamente~ amados oyentes mios , ·podemos deciros que no hay pec.a– do alguno de quien la escritura santa nos dé mas triste ide_a que del escándalo. No hay peca.do alguno mas perjudi.:ial al próximo que el escándalo. No hay pecado algun'? que nos haga mas semejantes -al demonio que el escáridalo. ·No hay pecado alguno que cause mayor confusion al pecador, aun despues de convertido , que el escándalo. No hay pecado, en fin , que mas severa y rigurosamente sea castigado en la otra. vida que el escándalo. Si yo acierto á explicar como deseo estas cinco verdades , no dudo que al escucharlas vosotros, babeis de confesar la horrorosa enormidad de este pecado, CoNTRA EL · Esc.ÁÑ'DAI.o. 183 que es mi primera proposicion ; y trabajár con zelo chris... tiano por evitarle y resarcir sus daños , que es la segunda: :Escuchadme co'n atencion. .' 1. He dicho·, y lo repito, que las :div.in.is ' escritura~ hablan del e~cándalo como del pecado mas enorme , y dé todas las pruebas que yo pudiera traer para: convenceros de es-ta verdad , me parece muy memorable el exempfo dcr ·rey..Jeroboan. Este príncipe en ·vez. d~ poner su .confianza.... en el orazo poderoso del Omnipo.te1_1te ._para mantenerse soi bre el trono ··de las diez tribus, en que babia sido colocado; recurrió ; temiendo la caída, á· un medio es·c<).ndalosísimo. Sa-· hiendo que sus vasallos iban á J erusaien á .adorar .. :¼LS'.eñor en SU templo Santo, , ·rezel¡mdo no desertasen .de -SU Sefvt'i cio ;: y se sometiesen ·á lQs pr~ncipes descendientes ,de Da– vid que_reynabari en Jer'usalen , formó , para evitar este prete_ndido peligro·, un pernicioso i;isma en la casa de Israel~ mudando la r.eligion sant" en sacrílegas ceremonias á. pr-0fa– nos ·í8o_los , .. y substituyendo vasos de oro j, . plata con fa.. tal y extravágante idolatría contra e1 Di~s de sus padres y señor de los exércitos. Tan vivamente ofendido se sintió su· Magestad por este pecado de. escándalo , que mandó le di;. xesen á este rey , ·que todos los enormes delitos <le sus an~ tepasados, todos sus excesos y ab"ominaciones no tenían' ,om– paracion con la enormidad del 'pecado que acababa de éo~ meter : Operatus es mala super omnes, qui fttertmt anté te (a). La. gravedad deLcastigo conespondió á la grahde~ za de · la_ ofensa. Rareée .n:o.. hubo maldici'on que ·. no ca y ese sobre .este in_felioísimo . prÍtKÍpe.: -El r perctió·.su . ieyno , '.stis ha~iendas , sus '.vasallos.: perdió su ·familia· ; su .vida y sit fama , hasta .hacer por muchos siglos execrable sil memo- .. . ,. ' '•• {a) Ex Lib. m. Reg. c. x1v. v. 9, . ·~ , •• 1 • •J4,. • .. . ' ... .. ,.