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1 1 ~:6 SERMON VI. hallareis en un estado mas triste que el que os aca– bo d~ insinuar : del vuelco de un momento penderá vues- · tra ':ondeoacion Ó salvaeion eterna : al volver de aquel ins~. tadte ireis á reynar con· Dios á los cielos en compañía de lbs ángeles y santos , ó á arder en: el infierno con los demo-· nios y condenados por siglos infinitos. No hay medio. Ver-– daderamente que nunca como entónces se verifi~ará aque-· lla admirable . sentencia de san Pablo : Spectaculum facti su:. mu,F mundo , .et angelis , et hominibus (a). Los ángeles , los demonios, los hombres del mundo , todos estarán esperan– do tu destino. De una parte el cielo , de otra el infierno, de una ángeles , de otra demonios , de uAa sµntos ,'·de otra condénados , y vosotros en medio , y al caer : el vivir mas: · no es posibfe : el morir forzoso y necesario. ¿ En dónde– parareis ? ¡ O valgarne D_ios , christianos mios muy . ama-: dos : no sé como no os 11enais de horror al considerar que si errais aquel momento , no podreis enmendar el yerro·p·or· toda la eternidad ! No s~ coino el que pecó puede vivir. alegre. No sé como hay quien peque, sabiendo el momento que le aguarda. Pareceme estaros oyendo que estas son unas verdades. prácticas · é innegable~; pero que las tomamos por la parte– mas melancólica. Es verdad , decís , hay un decreto de Dios para qtie todos los hombres mueran una sola vez, y como un medio i'ndispénsable , para que pasen por el formidable: momento de que· haf;lamos; pero teni·endo _el hombre en– tónces su libertad ,' ,podtá hacer en él varios actos de eón·· trición de sus. pecados , y 4e amor al supremo .Sér , aun.., que ánte·s en sana salud los haya. · omitid9 ,por ignorancia, negligencia ó malicia; :y . así. liber..r<\tse ·de "todo·s aquellos:· (a) Epist. 1. ad Corint, c. 1v:v, 9, j DEL MOMENT, DE QUE DEPEND. LA. lh.ERNID. 147 .aprietos. Siento veros; señores mios, tan· Iastirnosamente en• gañados. Y a tengo dicho en otro día que_ nada haremos en órden á nuestra eterna salud con la libertad , si . Dios nos· .niega su gracia. T q_d-0s lQs eondenados tuviéron la libertad que me ·decís ; pero porque no pidiéron la divina ·graoia, ó se les segó por haberla pedido tarde , se ·perdiéron eterna– mente. Ellos sabían , y vosotros no podefa ignorar esta ver– .dad de fe: Qu~rite Dominum , dum in-veni'ri. potcst (a). - Buscad al · Señor quando le podeis hallar. Si dexais pasar el tiempo oportuno , le buscareis; pero al fin no le hallá– reis : Qut.eretis me , et non in'Venietis (b). Es forzoso confeseis conmigo , que ha ofrecido Dios negaros su _gracia, si aguar– .dais á pedirla en aquel último · instante , y que ·en él nada ·hareiS'· con la libertad en órden á vuestra, eterna salud. Pe– -ro yo quiero concederos .ahora que la divina gracia esté pron• ta, y no obstante esto aseguro no practicare'is esos actos de virtud én ·que vosotros coRfiais. i Cómo así ? Escuchad– me y lo •entendereis : ofrece -David salir á · la batalla.con- , ' tra el gigante· Goliat ., vístele Saúl sus a"rma-s de fesplan- dea:iente y" bien templado azeio ,'·cíñele la espada , va Da– vid á moverse, y no puede andar _: Non possum sic ince-· -dere (c).. Señor~ le dice al rey Saúl , yo no puedo andar así. ¿ Pues qué, ' temes al enemigo? ¡Te has arrepentido de ;lo que acabas ,de ofrecernos ? Que no· es eso , replica David: Non possum sic t'ncedere, , quia usum non habeo. Yo he si– do pastor toda mi vida , jamas he ceñido espada , ni vestido armas : venga mi honda y mi báculo. , que de estas otras · •cosas no tengo uso :. usum non habeo. · , Pecadores que habeis p~sado vuestra- vida en un cfrcu- (a) Isai. c. LV. v. 6. (b) S. Joann, c. vu. v. 3'6, (e) Lib. i. Reg, c. xvu. v. 39• . ' T 2.