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72 $.EllMON III. cios no motivan muchos superi~res eclesiásticos , por des. decir sus operaciones del carácter santo de ministros de Jesuchristo! Mundus totus in maligno positus est. ¡Qué lu. xurias , qué hurtos , qué riñas en muchos que hacen pro. fesion de ser christianos! . ¡ Qué malas confesiones- en unos por . callar pecados por vergüenza en la confesion : en otros por no evitar las ocasiones de ofender á Dios! ¡Qué có. muniones tan sacrílegas en muchos por ·no ir probados qual conviene p~ra acercarse á tan sagrada mesa! ¡Qué abrazar. se muchos con todo el infierno por no soltar .ó restituir la hacienda agena! ¡Qué olvido tan universal de las obliga– ciones del bautismo , qué atropellamientos del sacrosanto .evangelio , qué contrariedad á la vi~J de Jesuchristo no vemos , no tocamos , 1 no admiramos en muchos que se tie– nen por christianos! Mundus totus in maligno positus ;st. Por último : ¡qué abominaciones , qué bestialidades no co... meten muchos hombres! ¡ A qué embriaguezes y exceso¡; tan brutales no se dexan arras~rar µ¡uchos racionales! Pues amados de mi alma , aut pq!n#endum , aut fl1'dendum , de– cía santo Tomás de Villanueva : ó penftencia , ó con~e– narse : ó dexar los pecados , ó al infierno : ó enmendar la vida , ó despedir~e del cielo para siempre : ó imitar á J esuchristo y ob.serv;:¡r su santo · ~:vangelio , guardar. la$ promesas del bautismo y vivir segun razon , ó contarse entre los muertos sempiternos. Ea , · almas , i qué partido . tomais? iQuereis salvaros , ó condenaros~ i Quereis ir al cielo , ó al infierno? Rues si _quereis la gloria , este did.. no Señor es el camino. La conformidad con Je6uchristo os ha de llevar al cielo. Sí , Dios mio y bien único de mi alma : vos ·sois el camino , la verdad y la vida : camino por donde debemos correr , y vida que debeni~s imitar, _Todos, Señor , qu.an - DEL CARÁCTER DEL CmusTIANo. 73 b de· salvar han de ser conformes á vos que sois tos se an d . d p d 1 xemplar de todos los pre estina os. ero el mo e o y e 1 . · , . no sé cómo se han de salvar os mas :ay bien mio. ¡que , D . . & l escuchan quando tan poco a vos , 10s de os que me ' d' . n' ·Qué tienen que ver los santos y 1- mto , se parece · i . · tos que en vuestra cabeza se forman , con vmos pensam1en 'dea 5 soberbias y locas que en sus cabezas hos- las i s vana , , . . d 1 me escuchan' iQue se1ne¡anza tienen vues- pe an os que · . . . . ' ·mos y honestos o¡os , con los lascivos y cama- tros cast1!>l . les de los que me oyen~ iQué tienen que ver las suaví- simas y dulcísim 1 s palabras que siempre hablasteis , co? los cantares lascivos , los cuentos deshonestos , las mald1- • nes y blasfemias que á cada paso vomitan las bocas. de ClO , los que me atienden 1 iE11 qué se parecen .estas omm_po- tentes manos , dadivosas por extremo, y umversales bien– hechoras de los hombres , con las avaras , sanguinolentas y obscenas de muchos de mi auditorio~ iQué sem~janza, dicen estos pies , cuyos hermosos pasos fuéron siempre para bien de los mortales , con los que dan los christia-. nos á la casa del juego , de la embriaguez y de la incon– tinencia~ iQné tiene que ver este amante corazon , cen– tro donde habita la caridad mas exceshra , con los odios, rencores , enemistades , iras, envidias y venganzas que se· ocultan en los corazones de .los hombres1 iQué semejan– za dice esta cabeza atormentada con tantas espinas, y es– te cuerpo desnudo , con la prolixa cultura del cabello de las mugeres? ConfesadlÓ ,- ó hijas dé Adan, llenas de con– fusion , para vuestro bien. iSe parecen en algo vuestras cabe– .zas y vuestros cuerpos al cuerpo y á la cabeza de nuestro amable J esus1 V os , Señor , entre penas, y ellas entre ale- grías: vos padeciendo, y ellas ,gozando : vos en la cruz, y ellas huyendo de ella. Levantad , almas , los ojos , y ved ~i TOM, III. lC.