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I .<i~ .. ~ j ••• '. SER'MON III. ' . : . ! .n<> pofüi(~ y civil, s:no tambien en lo perteneciente á si¡ espíritu ·. y sus costumbres. Los ttirco3 y los moros tienen su Alc~an , y las <lemas ordenaciones que les. dexó ac¡¡uel formidable parto del infierno , el escandaloso Mahoma. I.os judíos , como depositarios del antiguo· testnm~nto I espera 11 lastimosamente engañados con las falsas interpretaciones de sus Rabinos la aparicion del Mesías, cuya ven1da niegan. Los luteranos , calvinistas , kuacaros, wiclefitas , y tóda la del).~as infeliz tropa de sectarios , observan con terca cegué. dad sus rídiculas. variaciones contra 1a perpetuidad é inva, riable firmeza de la fe. Nosotros los christianos tenemos tan¡, bil;!n nuestra regla 6 ley· á· quien debemos conformar nues– tras costumbres , · y . est.a .es .el s·anto evangelio. Todos lQS que no es~an. en,.el gr~~io__qe la Iglesia se hallan en lamen.. table estado de perdicicm :, porque ~10 entrando al rebaño de Jesuchristo por la puerta del baut~smo, no pueden tam– poco entrar en el reyno .de los ,cielos : Nisi quis renatus fue– rit ~x aqtta; ~t Spir_itu Sanct,o , di:x:o el mismo J esuchristo, tton potest , introirc . fn 1·eg11um IJei. Mas pára que noso– ~:ros , á qt1;ienes el Señor concedjó graciosamente y sin al– gunos médtos nuestros el nacer en d gremio de la santa ~glesia y ser una..s_ de sus ov~jas , consigatnos la corona 51ue está prometida á los verdáderos christianos , debemos observar los mandamientos del Señor contenidos ·en el santo evangelio , que es nuestra ley, y regla de nuestra profesion: Si 'Vis ad 'VÍtam ing1·edi, ser'Va mandata (a). Esta:es· , arna– ~os oyentes mios , una regla perfectísima, purísima y estre– chísim~. ¡ Qué engañados viven los christianos que piensan de otra suerte! Una perpetua cruz, decía san Agustin (b), (a) · S. Matth. c. x1x. v. I ''{• : (b) Tota vita ch~istiani ho111inis , si . secutulum evdngetium 'IJivat DEL CARÁCTEit DEL CmnsT1ANo. , 6 5 l 'd del christiano ' si se ha- de conformar con es a v1 a ·1 · d d . ro Los que son de Jesuc msto ' e- el sagra O evange 1 , •• . p blo (a) crucificáron su carne con sus victos y c1a san a ' · d . cenc1·as Pero no necesitamos otra autonda para con- concup1s · · ·¿ de esta verdad que el evangelio mismo. 0 1 sus venceros . d' 1 palabras y estremeceros : el que quiera segmrme ' ice e - u cruz y sígame (b). Y en otra parte : no Seuor , tome s , . • , digno de mí quien no tomare su cruz, y me s1gme- scra · d' re (e). Medita, christi~no mio' la aspereza que m ican estas palabras en los que profesan esta regla. Oye ahora su pu- . t dos los que miran las mugeres para desearlas , ya ~u. o . 1 ' en su corazon torpemente ( d). No so o esto: tam- pecaron · . · 1 po,o has de desear los bienes agen~s , ni el can:Pº, m a casa , ni el siervo , ni la e.sclava , m el buey , m el asno, ni cosa alguna del próximo. Todas son palabr;is ~el eva~– gelio. Oye mas : si alguno te hiere en una mex1lla vue~• vele la otra para que repita el golpe , si el agresor qm– siere (e). Oye mas : no solo no matarás ; pero ni te airarás contra nadie para no ser reo del juicio. No solo no has de levantar falso testimonio, sino que no has de juzgar á ninguno, perdo~ando á todos , aunque sean enemigos, las injurias y agravios que te hubieren hecho ; y en fin sabe que de toda palabra ociosa que hablares has de dar cuen– ta el dia del juicio. ·, Has oido · la pureza , la paciencia, la mansedumbre 1 la limpieza y perfeccion de la regla que 1 cru~ 1ut, atque martyrium. E1' Dlv. Bonav. in lib. -4- Faretr~, c. x. post in!ti um. (a) .!Jui autem sunt Christi carnem suam crucifixerunt cum vitiis:: Epist. ad Galat, c. v, v. ~4. (b) Tollat crucem ;iwn ::: S. Matth. c. xvr. v. i4. (e) !JtJi mm bRjulat crucem suam:;: S. Luc. e, 1'1V, v. 'l1• (d) J¿.ui vlderit m11Uerem ad;;; S. Mat th. e. v. v, 2-8. (o) Si~uis te percuserit i1; :;: S. Tl'latth. e, v, v. 39, TOM, 111, l •

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