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404 SERMON XVJI, siempre arrojada de Dios por la severidad y equidad d . . . . . , D ' e su Jllstlcia : es querer siempre untrse a 10s por la caddad - , . . . que en s1 tiene , y mirarse siempre separada de Dios por 1 1 , • as ·cu pas que en si expenmenta : es estar sin la vista ;i_ ' ' ~ su Cria<dor , de su Redentor, de su padre , de su maestro , de su hermano ! de ~n esposo , de su amigo , del único gozo de su alma , su consuelo , su alegría , su descanso , su grande y sumo bien. Pues añadid · á esta pena de daño la pena de sen– tido , y vereis á las almas sumergidas en un lugar de tinieblas y de fuego , padeciendo mas que todos los mártires en sus Atroces tormerttos, mas que todos los anacoretas eri sus es,. pantosas penitencias ; y mas que todos los malvados en las cár_celes , en las horcas y en los demas suplicios debidos á sus crímenes. ', ·Este es el pensamiento del gran padre san Agustín: aquel fuego del purgatorio, dice, es rnas ,doloroso que quanto sé puede ver-en este mundo , mas que qnanto se puede padecer, mas que quanto·se puede imaginar (a). Acordaos de aquellos garfios de hierro , con· que arrane.iban los pedazos de carn·e de los cuerpos de los santos mártires: aquellas parrillas en·que 10!5 abrasabañ á fuego lento : aquellas fieras que los despeda– zaban entre sus uñas: aquellos . toros de bronce encendido-: aquellas ruedas de navajas , aquellos potros , aquellas cata·s– tas ; y todos los demas horribles instrumentos que los tiranos empleaban , no en castigar delitos en lés santos mártires, que no los tenian, sino en exercitar, en acrisolar sus virtudes, au– mentándolos á un púntó mas subido de quanto yo os he di- ; cho : reduddlos todos á un tormento solo ; y hacedle padecer {a) Jite purgatoríus ignis duríor est ' quam quidquid in hoc tle– culo pomarum pouit 11i deri, sentid, uut cogit ,lri , S. Aug. serm, 4t, de Sanct. ,, DE ANIMAS, 405 á un:1 persona::: ¡ O Dies inmortal! ¡ qué martirio tan inexpli.; cable! Sin embargo , dice san Agustín , todavía es mas ¡olo– r~so el fuego del purgatorio: Itle purgatorius t'gnis durior . 1st, qud,m quidquid in hoc s~cu/o p~narum possit 'Vidtri, sén– #ri, aut cog#ari. Aun mas nos asegura san Cirilo Jerosoli– mitano. Escuchad sus palabras, que son dignas de toda aten– ción : si todas las penas , dice , si todos los suplicios y todas las aflkciones que se pueden imaginar en esta vida , se com– parasen á la menor pena que se padece en el purgatorio, pa– recerian un consuelo: Si omnes qu.e in mundo cogitari.possunt poena1, tormenta, afjlictiones minori, qua1 in purgatoNo habe- . tur , poenaJ comparentur , 'Vdut solatio erunt (a). Extrañad ahora , si podeis, los lamentos de las animas benditas , qnan– do su fuego , como dice san Agustin, es mas doloroso que to• dos los tormentqs del mundo ; y todos -estos tormentos , co– mo añade san Cirilo , ·serian como un consuelo , si se conmu– tasen con la pena menor del purgatorio. ¡Ah! Ellas se lamen– tan, y con mucha razon, de que habiendo podido satisfacer fácilmente en este mundo por sus defectos leves, ahern los pa– gan con penas tan atroces : ·ahora se les hacen sjglos los tno– mentos ; y por eso exclaman : Heu mihi, quia incolaJus meus p1·olongatus est (b) ! ¡ Ay de nosotras! ¡ y quánto se dilata nuestro destierro! ¡ Quánto se tarda ·en cumplir nuestro des– tino! ¡Quándo tendrá fin nuestro tormento! Quando 'Veniam! ¿Pero de quiénes son estos tristes clamores que percibi– mos con los oídos de la fe? ¡ O christianos , y qué reflex10n esta tan propia para ablandar vuestra dureza , y mover vues– tro corazon ! Es la voz de aquellas almas que estaban unidas á vosotros por µ_na m~1ltitud de vínculos r~spetablés : ·110idas por la qualidad .comtm de hombres; ~niidas por la co11dicion (a) S. Cyrll. Hieros. Cat. Mist. (b) Psalm, cJQ¡i:, v. S•