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\ SERMON XVI. vo , sino una tierra á quien Dios . siempre visita , y cuyos benignos ojos estan mirando' en todo tiempo desde el princi– pio al fui del año : tierra que .mana leche y miel , y cuya posesion tiene el· Señor ofrecida con juramento á vosotros y vuestros hijos. Si observais , pues, sqs mandamientos-, si cump-lis sns preceptos , sirviéndole y amándole · con todo el corazon y con todas vuestras fuerzas , pondrá el sello á SU°S finezas , haciendo descender sobre vosotros todas las felicida. des de esta vida , y despues os dará para la ótra su eterna hendieron. Pero si ingratos á tantos 'beneficios , si olvidados de tantos favores -, traspasai·s la santa ley , apeteciendo la es– clavitud· penosa de la que acaba de rescataros , hará caer sobre vosotros su furor , sa indignacion y su maldicion eter– na : En .propano· in co,ispcctu · -vc-stro hodic bcncdictionem, et maledictio11cr11 :· bcnedictionem, si o~dieritis mandatis Do- mini Dei vc-stri~:: maledicticnem, si non ,obcdigrftis::: . No de .otra suerte que el gran Moyses hablaba á su pueblo , puedo yo hablar á vosotros , amados oyentes mios: el Dios de vuestros padres y Señor de los ·exércitos ~ qt1e con fon di stin~uidas muestras· de miseric9rdia . y pieda:d · ·0s. sacó del informe caos de la nada : que os conserva con ·su • adorable providencia en medio de su escogido pueb.lo : que os al_rmenta , vi.5te , mantiene y vivifica, sufrienqo vuestras culpas , no castiga11do vuestras ingratitudes , ni. desplega' do sus ·labios en. tantos aiíos que le habeis -hecho servir a · vuestras iniquidades y pecados : .éste Dios de clemencia y _misericordia, despues de llamaros á oir su voz en esta .santa mision ,· y concederos en ella sns lúzes , sus auxilios y· sus gracias para apa:rtaros del mal y obrar el bien , quier~ da- – ros por término feliz de sus finezas el paraíso , con la candi_. cion precisa de que observeis sus mandamien_!:Os, ·siendo fieles á tantas p~labra-s como ahora .le_habeis ·dado. Sien1,pre que · ~ Dx Los BIENES DE . LA PERSEVlmAÑcrA , &c. 377 . yósotros cumpláis lo . qué le habeis prometido , y persevercis constantes en el bien hasta la muerte, será vuestra la coro-· na de la ·vida. ,Pero si cerrando los ojos _ á tantas luzes co– JllO Dios os ha dado y · está dando: si olvidando sus favo– res volveis á la tibieza , reincidís en la culpa ; y menos– preciais sus misericordias , entended que su indignacion se va á ~ncender contra vosotros : experimei}tarc!is su ira y su furor , y caerá sobre vuestras cabezas su eterna maldicion: En propono in conspectu 7/estro hodie bencdictionem· et · male– dictionem: bcnediétionem, si obcdierz~is mandatis Domini Del 'Vestri::: Maledictionein , si non obedicritis::: Aquí Úmeis , señores , delineado quanto tengo que de– ciros en esta tarde. Y o , pues , para cumplir , ayudado de la divina gracia del Señor , con el terrible cargo de anun– ciaros su vol\lntad eterna y adorable·, os presento el bien y el mal ; ó para explicarme con términos de la santa:·es-' ítitara , pongo á vueitra vista la vida y la niuerte : 4nt 1 /lominem 'Vita et mors , bonum et ·malum : .quod placuerit d; dabitur illi. ( a).· Vosotros teneis libertad para elegir lo . que quisiereis ; pero mirad que de vuestra eleccion depen– de una eternidad de bien , y una eternidad de mal : una eterna bendicion , ó una maldicion eterna. Si elegis el bien¡. y perseverais en él , descenderá sobre vosotros la ,eterna bendidon : Benedz'ctioncm, si obcdierítis mandatis Domini Deiwstri. Si reincidís en el pecado, y ;olveis á vuestros vicios , c~.~rá sobre vosotros y vuestras cabezas · la eterna maldicion : Maledlcti1mcm, si non obedfrritis. Digámoslo dé una vez , y no lo ohddeis ·jamas. Bienes de la perseveran.. cia: punto primero. Males de la reincidencia: punto segundo. Este es todo el asunto de este sermon reducido á dos palabras. (a) Ecclesiast. c. xv, T, IS, :J:OM, III, \ Bbb