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33 2 SERMON XIV. que y bien de recio en vuestra fe , y que . os diga clara y resueltamente á quantos no viv.is bien, que no teneis la fe, que suponeis, y que si alguna os ha quedado, solo puede servi1:os para vuestra mayor condenacion. A 1a ver– dad, el asunto es bien terrible ; pero . él es absolutame~te necesario. Ente_ndedlo bien : yo lo repit0. Ós digo pecado– res que no teneis fe : vosotros lo vereis con evidencia en ·la primera p~rte. Os digo tambien qu'e s( alguna fe os ha 4uedado í solamente os servirá para hacer el juicio de Dios mas severo , y vuestra condenacion mas terrible : lo escucha– reis en la parte segunda. Señor y Dios altísimo , vos ' ~ois _quien da á vuestra pa– labra aquella fuerza que la hace penetrar hasta lo mas íntimo ~e los corazones, como una espada de dos .filos, y quien añade á su eficacia aquella afabilidad que cautiva al mismo tiempo que persuade : dignaos, Señor, de hablar por ·mi boca para que entiendan mis oyentes la grandeza de vuestra fe , y la necesidad de acompañarla con las obras. Esta gracia os pedimos por la intercesion de María santí– sima vuestra madre , con cuyo patrocinio voy á dar las ·pruebas de las d9s grandes verd.tdes que he propuesto. PRIMERA PARTE. Es un prin~ipio incontestable de nuestra éatólica religion que la fe puede subsistir en el alma , aunque esta se halle · en el lastimoso estado del pecado rportal , y que ningun pecado por grave y enorme que sea la destruye, á rnénos que se óponga á la misma fe. Defender, pues , g_ue la fe se pierde por otro pecado que por la infidelidad , es un er– ror expresamente co~1denado contra Lutero por el sagrado · concilio ·de T rento. Sin embargo , podemos afirmar con sa11 · Chris-óstomo que hay gr~ndes motivos para teme1· que un des- SoBRE LA FE PRÁCTICA, . 333 arreglo habitual de las costumbres , se halle acompañado de alg~ná secreta infidelidad, y que los qt\e no regulan su vida por los preceptos evang,élicos , se . hallan muy .próx1- -n1os á los hereges : Heertticorum alftnes dico, qui quasi non c1·ederent , sic -vi-vunt. La razon que da san G regorio, es capaz de .hacer temblar á todos los christianos cuyas cos· tumbres .desdicen de su fe. Muchas veces acontece , dice este padre , ya por un terrible juicio . de Dios , ya por la corrupcion d_e la naturaleza, que el eng?1Í6 del espíritu sigue al _desar!eglo del corazon , haciendo p~rder una vida- iniqua. la fe mas constante y 'arraigada : Divino sa1pe judicio con– tz"git, ut per hoc quod quis nequitet· -vi-vit , perdat quod salu: 1 briter credit. No penseis que ~ran estas terribles verdades de los . santos , algunas de aquellas exagerativas expresiones que el ardor de sn zelo pronunciaba sin c;leliberacion. No seño– res : este universal sentimiento de los padres está fundado ·en la doctrina del Ap.6st0l, que ~os· e~seña andan á un pa– so las costumbres y la fe , y que quando· aquellas se es... trellan en algunas rocas , · 1a fe padece no menor derrota: Habens .ftdem et bonam conscientiam , decia san Pablo-, qua'!I- quidam repellentes, circa jidem na1ifraga-ve1·unt (a). Ahora,. puei; ,. christianos mios : los que vi~is olvidados·dé vuestras obligaciones , entregados á '.los .placei-es de 'ra vidri, y sumergidos en los pecados , sed jueces en·..vuestra causa, y mirad si conservais la fe en que vivis asegurados : Vos.– metipsos tmtate · si cstis in jide (b). _Y o no tengo que ha':. ce.r mas para convencer.os , sino ,exponer sencillamente los prinrerqs elementos de la fe. Escuchadlos con toda vuestrA ~ltencion. El v~rd~dero fi~l cree todas 1a~ verdades que Dios J (a) D: Paul. epist: 1. ad Tim. c. t. v. I!'), . (b) · Idem ,- epist, 11. ad Corhtt, e, xut, v, ·5•