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2 I 2. SEP.MON IX. hallaban al ~ueño' y mas desprevenidos para el peligro (a). El mismo Señor asegura , _que así como los pezes . caen · en el anzuefo , y las aves en el lazo , quando aquellos gi– r~ban veloces por las aguas , y estas volaban . alegres por los ayres ; así el . hombre, que ignora el fin de sus dias, se hallará . repentinamente en la muerte- quando ménos la · aguardaba. Quando ~onsidero estas verdades eternas, y ~i– ro·el descuido de los hombres en prepararse para la muer- .te , que va ya en su alcance con el mayor silencio; no pue– do ménos de prorrumpir en lágrimas , y manifestar con ge– midos delante ·de Dios mi pena y sentimiento. Hornb;es q.ue me oís , mugeres que me escuchais, ya . sabeis q·ue Dios es la misma verdad , ya sabeis que sus palabras son verdades ,infali,bles. Dios dice : el tiempo se pasa , y la muerte se acerca (b). Ella no se detiene : acabará de lle– gar quando vosotros pensabais estar muy léjos. No os neis en vuestra salud , no fieis en vuestra· juventud, no en vues– tras fuerzas , porque la muerte en todos tiempos viene, y · 110 respeta edad , -fqerzas ni estados. ¡O qué palabras, ama.– ·dos oy~ntes! ¡ó qué verdades tan terribles, y tan dignas de nuestra consideracion ! Cierta .es la muerte , dice. Dios; pero incierto el quándo habeis de morir, incierto el có-_ mo niorireis , incierto el estado en 9.ue la muerte os asal– :tará. Pénsémoslo bien. Incierto es el'quándo moriremos ; sí, señores. Nó nos nseguremos con 1~ distancia de la muerte. La"s mas bellas ·áparienda, engaií"º- ' porque ella no hace pacto con la ni– 'ñez, con la juventud, ni con la ·robustez : igual~ente aco– :mete á los ancianos, _que ·á los jóvenes y niños. A unos (.a) Peniam ad te tamquam fu1·, et nescies qua hora veniam ad u . .Apoca!. c. m. v. 3. (b) Tempus,ptteteriet, et fñors appropinqutt. Eccli, c. xx. v. ~o. - . , D, r.A Muu.u:. 1 213 flace pasar i la eternidad de~de las mesas. mas abundantes y sazonadas : á otros desde los ba~les y ·teatros_mas di– vertidos : á unos desde la cuna encierra en el atabud ; y ~ otros desde 'la cama traslada á la sepultura , sin otro in– tervalo que el último suspiro. Las precauciones y medici– nas que se toman para prolongar la vida , no pueden re– tardar un solo paso á la muerte : tal vez las ~ismas me– dicinas y precauciones son espuelas que acelera11 s~1 veloz carrera. Decidme, hermanos mios , isobre qué tiempo po– aeis contar con seguridad~ iEstais ciertos que vivireis has - ta el año que viene~ i hasta el mes que viene~ i hasta la semana que viene~ i hasta mañana~ i hasta esta noche -mis– ma~ ihasta que yo acabe de pr~dicad Nada sabeis.: .tod~ tiempo es incierto. Solamente estais ciertos de que distais un solo paso de la muerte : Uno tantum gradu ::: ego mo1·s– quc di-vidimur (a). Pues , hombres , si teneis . entendimien:– to , icÓmo estais un momento en pecado ·mortal , quando confesais puede la muerte acabar con vuestra vida en cada momento~ icÓmo os abalanzais al pecado, sabiendo que apé– nas acabeis de cometerle , os· puede asaltar la muerte~ Pero si es incierta en qua11to al tiempo , no es ménos Jncierta en quanto al género de muerte. Mil desastres es:- tan .siempre amenazaqdo nuestra ·vida. Cada edad ti_ene sus -riesgos , y cada día ~us bazares : sin detenernos á particu– larizar los infinitos peligros que en todas partes nos ro– dean , nada hay dentro ó fuera de nosotro~., .que no pue- · - .d~ causarnos la muerte. Dentro de nosotros una revolµ– cion de los humores, un _golpe d~ sangre, una sufocacio9- del corazoh-, uña _inflal}lacion , una apostema ; ó un otro · ·qualqu_iera de,sarreglo ·dei' cuerpo , basta para destruirnos. (a) Lib. 1; Reg. c. x_x. ,,, 3•

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