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SERMON IX. terminable es.pacio de la eternidad , nuestros mismos ojos; nuestros oídos, nuestras manos , nuesti:os sentid.os y~teu. · cfas nos· conve~1ceria.n: de la · indispensabla necesidad de mo. rir : auestros' ojos viendo morir á los padres, madres , her~ manos y conocidos : viendo morir á unos repentinamente, á otros lenta y paulaty1a¡nente : .á unos á hierro , á otros en , agua. : á unos en el. fuego ,á otros,.en la tierra : á, unos en la :cama, á otros en ~l catnpo: á uno$ acompañados, á éitros solos1 nuestros ojos , digo, nós convenceriali, viendo .como' la muer-: te importuna arrebata cada día de mil rnarieras. á los hom~ pres -, :como die~ ~an· A.gus~in : Importuna mo"rs mille ·modi~ ,quptidif miseros, liqr¡i{nes,, rapit (a)~ , . . , : - : Nu_estros,oidos, escuchando la? ·n:urertes.:de· los ausenties-; 4e . los pontífices , de los . reyes , ·de . los doct~s-·, ·de los ig~ noraµt_es : nue,sttos · oídos pereibie.ndo .el clamor dé las cam.'· .panas.~ qu~ ince,santeme.n:te.>·nos.:ávisa¡i el . téimino·. fatal de lo,~ vi~ietites ; . nos convenceriari con· las voces,,nde lo~idifuri~ .tos, .que- nós dka!,l : M(!iiJkeri, ·tiH:hodie<€b): áyer¡ llegó el fin de nuestros días .; hoy lleg~r;á par-a· vosotros. El tac.. to. y el olf~to ·nos.·convence~ian .abri~nd'o las sepulcrosj;re'– v9l.viendo · los fé.tidi:!s. _cadiveres·., y pregimta-n.do: s éntre · los gusanos, la corrupcipn i el. .polv;o,},:·¿de qiuién: is.on festos huesos áridos y descar·nados que- _pe'rcib:i&nos? De una· dama hermosa , que era· el ~mbeleso . de_:,su siglo: de : un, . hpm~ bre grn11qe , ,.que fu,é 'el terr9c dé su tiempo. ~¿Es· posible que e~ este. horrible y desquadeirnado, esquéle.~o -sé ·ha tiráns- . . ' l • l (a) . S.·August. lib. II, So!ilo.4.~. cap. ·u. Importun11 ,morr mil/e. "10• dit quotidie mi,eror hom;~u rapit. flunc necat febi·fbus-, illum oppri– níit doloribur. H unc conrumi~ fame ~ illum s-iti' extinguit. /Íunc sujfÓ– cat aquir , illum interimit g_lJ1f'i'!,_, ·IF'!f". .P~rimit¡ fla11m~if; , al~um_ denti- kur bertiarum.fef'o,t;i('m :vorat;-(:. , · . . •• • ' • • • - • • J • • ,i ( t 1 \ 1 {b) Eccli. c. X!(XVIU, v. i3, ., .. . .; , ; . ., . , DE .LA MuER~E. :2 0 9 form·ado a·quelcüerpo delicado y lindo , que arrebataba las atenciones y los afectos? ¡O qué horror! ¿Es posible que .en esta espantosa calabera se ab-.rigáron aquellos vastos pro– f ectos, aquellos grandes pensamiento~, hijos dé la vani– dad y soberbia de Jos hombres? Sí , señores : la muer.te á nadie respeta; ni al rey ni al vasallo : R ex hodie est, et eras moríetur , dice 1~ divina escritura ( a). Ni al docto .ni al ignorante: Moritur doctus , similt'tcr ut indoctus (b). Ni -al rico ni al pobre : ni al robusto ni .al débil ; á. todos iguala en la sepultura , y entrega por presa á los gusa• nos : Iste moritur robnstus et santu , di7Jes et felix : :: Alius -uero moritur in amaritudine anim~ absque u_llis opi– bus ; et tamen simul in pul-uere dormimt, et '()Crmes ope– rient eos ( c). El gusto , .finalmente , nos convencería de que el mismo alimento con que mantenemos la vida es uaa de– mostracion evidente de la muerte , pues comemos· para no morir de hambre ; y comiendo , nos consumimos , y veni– mos á morir , aunque no nos falte la comida. Despues de tantos convencimientos de la dura necesi– dad en que todos estamos de morir, iqué esperais que yo aña– da para evidenciaros mas es~a verdad 1 La memoria os acuer– da la muerte de vuestros semejantes: el ~ntendimiento re– .fl'exiona sobre la constitucion defectible de vuestro cuer- .po , que en breve se ha de resolver en polvo : la volun- tad p~etende una felicidad eterna , que no podeis hallar si– no ~espues de esta vida. Vuestros ojos miran la muerte, la .oyen vuestros oídos , la percibe vuestro olfato , la toca vuestro tacto , la demueitra vuestro gusto. Los -sentidos de {a) Eccli. e, x. v. u. (b) Eccles. e, n. y, 16. {e) J ob, c. xx1, v, 2.3. et seqq. TOM. III. Dd

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