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Mopeto DE LA PENITENCIA. S1 No espereis otra prueba de esta verdad que sus famo- sas lágrimas. Sí, amados mios : sus lágrimas vertidas á los pies de Jesuchristo , cuya memoria ha convertido tantas al- mas: sus lágrimas que ha preconizado en su evangelio el mismo Salvador del mundo : sus lágrimas que los santos padres han honrado con sus elogios : sus lágrimas á quie= nes: llaman los santos sangre del corazon, baño de- la. al- ma, vino de los ángeles, y agradable sacrificio, para; el Se- ñor (a): sus lágrimas que nacian de un corazon inconse- lable por haberse rebelado contra el Omnipotente, por ha= ber menospreciado una bondad infinita , por haber perdido á Dios. Lágrimas poderosas para obtener el perdon de los pecados, como le. obtuviéron millares de verdaderos peni- tentes que inconsolableslloraban por haber ofendido 4 Dios. Pero qué, direis vosotros , ¿son las lágrimas esenciales pa- ra una verdadera conversion? No señores. Ni son esencia- les,ni condicionés absolutamente necesarias. Puede haber verdadera conversion sin lágrimas ; y puede, haber, lágrimas sin verdadera conversion. Hay: lágrimas de flaqueza,, hay lágrimas de soberbia, hay lágrimas de hipocresía ,. y hay lágrimas de desesperacion : todas estas lágrimas, y quantas provienen «de: motivos puramente naturales ,.en mada com= tribuyen á mna verdadera conversion; pero, las lágrimas que traen su orígen del conocimiento de las culpas, y de la ofensa que se- ha hecho contra, un Dios infinitamente ama- ble, aunque .no.sean esenciales. al amor penitente, son sig- mos , son indicios , son argumentos, y fieles compañeras del dolor. Y ciertamente: los. profetas jamas hablan de verda= dero arrepentimiento sin hacer mencion de los suspiros y (a) Lacryme penitentium vinum eorum (angelorum) sunt, quód in ¿llis vie 12 odor sapor gratia sit, indulgentiz gustus. S, Bern. serme 3o. in Cant. TOM. IL. L