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MonDzLo. DE LA PENITENCIA. 79 se piensa en buscar un confesor. fácil é indulgente, que en nada repare , en nada se detenga: se estudian ciertos tér. minos, que disminuyen ó embrollan los pecados ; y con ess tas: pecaminosas prevencionés, sin arrojarse á los pies de Jez suchristo, sin llorar sus culpas , sin considerar la gravedad de sus delitos, pasan los años en una espantosa circulacion de pecados y malas confesiones. Pecadores , pecadores, hu- millaos delante de Dios por vuestras culpas, pues es vunes= tro Juez que os ha de sentenciar. Avergonzaos delante de Dios por vuestros pecados , pues ha sido testigo de. todos ellos. Confundios delante de Dios por vuestras maldades, pues él es quien las ha de castigar con suplicios eternos, si no haceis una verdadera penitencia, si no imitais 4 la Mag- dalená que se manifiesta penitente , no solo delante de Dios, sino tambien en presencia de los hombres. Este es el ter- cer tribunal adonde esta gran muger se presenta. Tribunal terrible á los penitentes de poco espíritu , pe- ro de corta, consideracion para las almas movidas de la grax cia de Dios como la Magdalena. ¿Qué pensarán de mí si yo mudo de conducta ahora en la santa mision? Si renun- cio para siempre á las galas, á los juegos, á los banque= tes , á los espectáculos , á los bayles y á los cortejos, ¿qué dirán de mi? Si yo busco un director recto , virtuoso, ses vero , conocido en el pueblo por hombre de buen espíri= tu : si trato de reparar por una penitencia verdadera tan= tas otras penitencias de mi vida ciertamente falsas, ó evi- dentemente sospechosas , ¿quánto hablarán de mí: las gentes? Dirán que esto es veleidad , melancolía , despique: dirán... ¡O dirán que has inutilizado tantas conversiones en:sus prins cipiós! Dirán lo: que quisieren; pero estos vanos terrores no tendrán: fuerza para detener á la: Magdalena : ella va: á manifestarse pecadora al punto del mediodia , en la casa ci E A ea pu a. Le JR A e a O O cd