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A" NECESIDAD DE LA PENITENCIA. $7 Sí, señores, para una verdadera contricion y conversion, y para recobrar la gracia perdida por la culpa, es necesario que el pecador forme un corazon nuevo , nuevos pensamientos, nuevas palabras , nuevas obras : que aborrezca lo que ántes amaba , que era el pecado : que ame lo que ántes aborrecia, que era la virtud. Es necesario que se convierta de carnal y deshonesto en casto y mortificado , de soberbio en humilde y manso de corazon : es necesario que publique guerra á sus pasiones y apetitos , refrenándolos con la razon y la ley, de modo que quede como muerto al pecado, y solo viya á la gracia y por la gracia: muerta la lengua para todo lo que sea murmurar , decir palabras indecentes , altivas y po- co. decorosas á las personas con quienes se trate: muertos los ojos para mirar lo que no es lícito desear: múertos los oi- dos para escuchar las detracciones , las solicitaciones torpes, las canciones amatorias y quanto puede corromper el cora- zon : muertos los pies: para los .bayles , las comedias , los paseos peligrosos , las conversaciones expuestas , y para: las casas de la embriaguez , la gula y la luxuria: muertas las manos para los hurtos , las pendencias , los tocamientos feos con que se mancha el propio cuerpo y los agenos: muerto el apetito para los deleytes , las honras , las amistades en que peligra ó enferma el alma: muerto en fin , y con abor- recimiento-+ todo pecado , y. solo vivo para la virtud , de modo que pueda verificarse de ellos aquella admirable sen- tencia de san Pablo : Mortui estis , et vita vestra est abs: condita cum Christo in Deo (a). ¿Estais muertos al pecado, y vivos como David para regar con lágrimas todas las no- ches vuestro lecho , acordándoos que en el dia del juicio yuestra misma cama se presentará por testigo de vuestras ¡ini- (a) 'S. Paul. Epist. ad Colos. c. 111. Y. 3. TOM. II. H