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g2 SermoN" TL que el queno se arrepienta , perecerá infaliblemente : Nisi ponitentiam habueritis , omnes similiter peribitis. ¿Pero qué qualidades , direis, tiene la penitencia interior, de que ahora hablamos , para restaurar la gracia? El pecado, oyentes mios , consiste , segun san Agustin, en apartarse el hombre de Dios su criador, por convertirse á la criatura: pues la penitencia , para destruir el pecado , debe tener , se- gun el mismo san Agustín , qualidades en todo opuestas : Poe- nitentiam non facit y, nisi odium peccati , et amor Dei. La penitencia incluye necesariamente, dice el santo , un aborre- cimiento al pecado, y un sincero amor á Dios, un dolor que el penitente concibe en el corazon, por haber ofendido 4: su Criador , un dolor que ya sea de contricion perfecta, ó de atricion sobrenatural , consiste siempre en una retractación formal del pecado: en una condenacion secreta , en un dis- gusto saludable , en una pena y una afliccion de espíritu por haber cometido la accion pecaminosa : un dolor acompañado de una tristeza , segun Dios , como la lama san Pablo , que nos es absolutamente necesaria, y sin la qual no nos justifi- caremos en el sacramento de la penitencia ; una tristeza y pe- na que el Señor infunde en nuestro corazon : tristeza porila qual nos llenamos de amargura, por haberle ofendido, por haberle pospuesto 4 las criaturas ,por haberle hecho servir á nuestros pecados y desarregladas pasiones : tristeza por. me- dio de la qual arrojamos léjos de nosotros los pecados. Esta «pena , esta tristeza y este dolor que concibe el penitente de haber ofendido 4 Dios , es parte esencial del sacramento de la Penitencia : con ella y con la absolucion del: sacerdote se des- truye enteramente el pecado , se nos infunde la gracia, y volvemos á la amistad y adopcion de hijos de Dios. Pero si el pecador , quando llega á confesarse , no leva verdaderamen- te este dolor , se queda en sus pecados, y nada le sirye-la