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46 SermoN IL nido mas ley que vuestro gusto, ni mas sujecion que á las pasiones mas inmundas , esclavos siempre de vuestros bruta- les apetitos : Poenitentiam agite. Venid 4 penitencia, y se- reis perdonados. Hombres lascivos , murmuradores , maldi- cientes , robadores de la hacienda agena , soberbios , sacrile- gos é impíos: Ponitentiam agite. Haced penitencia , Si que- reis el cielo. Mugeres libertinas, sin pudor ni honestidad, que conducis como en triunfo la profanidad y el luxo: mugeres vanas y soberbias que en nada pensais, sino en ser idólatras de vuestra misma hermosura, adornando con indecencia yues- tros cuerpos , para ser lazos de satanás , en que caigan los incautos : Ponitentiam agite. Desnudad vuestros profanos adornos , vestid cón honestidad, mudad de vida y venid 4 penitencia. Pecadores de qualquiera «clase , estado ó condi- cion que seais , el decreto está dado : ó infierno ,ó peniten- cia. Gon todos hablo , 4 todos digo, y á mí el primero : ha- gamos todos penitencia, ó todos pereceremos sin remedio: Nisi penitentiam habueritis, óímnes-similiter peribitis. Verdaderamente , oyentes miós , 4 “un. christiano que co- noce por la fe la santidad del Dios que adora, que sabe la enorme injuria que hace á este gran Dios con el pecado, el aborrecimiento infinito que este Señor le tiene, los gra- vísimos males que causa en su alma , y los eternos bie- nes de que le priva, no era necesario intimarle la penitencia. La memoria solamente de que ofendió á Dios, á su amable Criador y Redentor , deberia ser bastante para arrancarle lá- grimas del corazon. Pero ¡6 dolor! que con una idea mal entendida , de: que Dios es infinitamente misericordioso , Que todo lo perdona , y quiere salvar á todos : con una vana con- fianza y falsa seguridad de que ha confesado todos los peca- dos, sin callar alguno, y cumplido la penitencia impuesta por el confesor , se adorinece con nñ fatal y pernicioso descuido