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434 Sermon XVII. voz confiesan los favores que han recibido de María? ¿Favo- res en el alma, favores en el cuerpo, favores en la hacienda, favores en la estimación y en la honra., favores en la vida , fa= vores en la! muette; favores: aun despues de la muerte con las almas del purgatorio? ¿Quándo acabariamos , si quisiéra» mos explicar algo de esto? Tu solus peregrinus in Jerusalem, ¿Pues no lees en tantos centenares de libros tantos. millares de casós prodigiosos , que manifiestan el amparo de:-María santísima pará con sus devotos? ¿El cautivo no: la debe su libertad? ¿El enfermo su salud? ¿El muerto su vida? ¿El pecador su gracia? ¿El justo su perfeccion? ¿El soldado su defensa en la batalla? ¿El menestral su alivio en el taller? ¿El labrador su descanso en las fatigas de la agricultura? ¿El comerciarite la prosperidad de su comercio? - ¿El sabio el ade- Jantamiento en las letras? ¿El ignorante la competente ins- truccion? Sí por cierto , responde san: Bernardo en las leccio» nes de este dia": Nec est qui se abscondat d calore ejus. No hay persona que esté distante del amparo y proteccionode María. Ellá és una Señora llena de poder , y una Madre llena de bondad. Ni le falta potestad para hacer bien , decia el mismo san Bernardo , ni voluntad “para: hacerle: Nec volun- tas illi deesse potest , nec facultas. ¿Qué podreis pedir ó de- secar, que la Virgen no pueda conseguir del Señor? ¿Qué podrá negar el Padre eterno á tal Hija? ¿Qué no conce» derá el eterno Hijo 4 tal Madre? ¿Qué rehusará el eterno Espíritu santo á tal Esposa? Consiento, santísima Virgen, añáde el mismo santo , convengo que no hable jamas de vues” tra misericordia y de la bondad con que miraisá todos, si hay alguno que pueda decir que no le has socorrido-en la ne- cesidad , quando te ha inyocado con fervor y confianza. ¿Sois pecadores? Pues vos , ó santísima Virgen, decia san Agustin, sois la" única.esperanza de los pecadores: por vuestra interce-

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