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sy $ . y e 399 SERMON XVL SOBRE LA SANTIDAD. Sancti estote , quoniam ego sanctus sum. Levit. cap. XI, vers. 44. S; alguna vez debiera yo presentarme en este púlpito lleno de gozo y alegría , debia ser seguramente en esta tarde, en que vengo:á anunciaros la mayor felicidad que podeis lo- grar sobre la tierra : felicidad que supera la ciencia mas su- blime , la. hermosura mas perfecta , la salud mas robusta, las riquezas mas quantiosas,- la: mas antigua nobleza, y to- dos los demas bienes temporales , que tanto estiman y se apetecen en el mundo: felicidad que destierra todos los dis- gustos , todas las desgracias, y todas las miserias de la vida. Sin: ella todo es desórden , todo confusion , todo pecado: con ella todo es paz , tranquilidad y virtud: sin ella: to= dos los mortales perecen , y se condenan eternamente: con ella todos arriban á la feliz y eterna bienaventuranza. Ale- graos , Christianos , con la nueva feliz que vengo á daros, de que todos podeis ser santos. Pobres y. ricos,:; hombres y mugeres , jóvenes:y ancianos , la santidad es un :esta= do á que todos: podeis arribar. Desterrad vuestra triste- za al escuchar estas palabras del Señor : Sancti estote , quo- niam ¿go sanctus sum : sed -santos, pues yo. vuestro Dios y señor lo soy tambien. Palabras en que se nos asegura que podemos y debemos ser santos, ayudados de la gra- cia del Omnipotente , cuya santidad no la negará , si no- sotros no la desmerecemos con nuestras culpas: palabras que , ninguna nacion excluyen, ninguna edad, ningun estado: Non est distinctio judei-et graci: nam idem Dominus omnium, ' á — 9 PEGA cd IÓ | ' pi 4 l 4 ES

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