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De La MISERICORDIA DE Dros. 37 decis? ¿En qué pensais? ¿Os persuadis acaso que si detestais vues- tras culpas , si aborreceis los pecados , si os humillais delante de Dios ,.no hallareis en él aquella piedad y misericordia que habeis experimentado quando le ultrajabais y ofendiais? ¿Pens sais que aquel Señor que os llamaba quando: huiais como Jos nás de su presencia , cerrará los oidos , y volverá las espal- das quando le llameis vosotros, y Os acerqueis á su. vista? ¡Ah señores! Mal conoceis las piadosísimas entrañas de vues- tro Dios sivasí pensais. No pensáron de esta suerte un Da-= vid , un Pedro , un Pablo y un Zaqueo , un ¡Agustino , una Magdalena , una Egipciaca y otros pecadores que tenian for- mado el debido concepto de la misericordia de Dios, de quien fuéron benignamente recibidos y admitidos á su gracia y amis- tad. Imitadlos , carísimos oyentes , imitadlos arrepentidos y penitentes , ya que los imitasteis errantes ; y no dudeis que si la misericordia de Dios es grande , porque espera al pecador á penitencia: grande, porque le:busca y llama á penitencia, co- mo lo habeis oido hásta aquí, no es ménos grande , porque recibe al pecador arrepentido y contrito , como vais á escu- charlo en esta TERCERA PARTE. No sé si habreis reflexionado bastantemente sobre la con- ducta de un pastorcillo cuidadoso de las ovejas que le enco= mendó su señor. El las guarda con vigilancia , Jas defiende con fortaleza de los acometimientos de los lobos , las conduce 4 los pastos saludables con diligencia , las busca si se descar- rian , atraviesa los valles ;; sube-á los. montes , salta por los riscos , se interna enlos páramos , suda ,'sé fatiga y se afana hasta que halla el ganado que se le habia huido , y le vuelve alegremente á su redil. Acontece muchas veces que quando halla alguna oveja descarriada , la encuentra casi sin alien- to, mordida.y arrastrada de los lobos , y en un estado mise- “E