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SoBrE LA ELECCION DE EsTADO. 383 minar sin adularnos quál de todos los. estados en que vi- ven divididos los hombres es el mas á propósito para glo- rificar á Dios, y para conseguir nuestra eterna salvacion, segun las qualidades de nuestro espíritu, y las inclinacio= nes de nuestro corazon; porque es una cosa bien clara, que segun la diversidad de genios y condiciones, uno se sal- vará donde se condenará: el otro, y yo me condenaria don- de aquel conseguirá su salvacion. Pero él y yo, y, to* dos debemos tener siempre presente que el negocio. 4 que debemos atender con preferencia á todos los demas , es el de nuestra salvacion. Este es aquel uno necesario, como di- ce el evangelio, el qual conseguido , todo se consigue ; y el qual perdido, todo se pierde. Así que, no debemos es- timar mas un estado que otro, sino en quanto éste y no el otro nos proporciona mas medios para alcanzar nuestra salvacion , atendidas las fuerzas , la índole é inclinacion de cada nno. Para unos será mas á propósito: el estado reli- gioso , para otros el sacerdotal , para estos el matrimonio, para aquellos el celibato, para unos este empleo , para otros aquel oficio; pero todos los«hemos de reducir á esta sola pregunta que hizo un jóven á Jesuchristo , segun nos lo xefiere el evangelio: Quid faciendo vitam aternam. posside- bo (a)? ¿qué debo yo hacer para alcanzar la vida eterna? Que yo sea rico ó pobre: que tenga buenos vestidos :ó los tenga malos, que viva en esta casa grande Ó..en esta pe- queña, en este lugar Ó en el otro, que haga figura en el mundo-ó que no la haga , que se acuerden:de mí ó. que me olviden , que me alaben ó menosprecien ; todo esto pa- ra mí debe ser indiferente. Nada de esto es ni puede ser aquel dichoso fin para que Dios me crió. Nada de esto (4) “S,Lua, €. Xx, v. 294 E dad e o E 1h E 7 * E pr po ARE a ó "5 nd a

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