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382 oc E Sermon XV, ¿Pero quántos son esos en comparacion de tan innumerá- ble multitud de hijos soberbios , altivos , desobedientes 4 sus padres, y que parece solamente viven para llenarlos de dolor , dándoles mil pesadumbres , y haciéndoles pasar una vida triste y lastimosa? ¿Qué vocacion la de estos in- felices , quando léjos de consultar con Dios , con sus mi- nistros Ó sus padres, solamente consultan con sus. pasiones y apetitos viciosos para contraer matrimonios desgraciados, bodas desiguales con personas ó de mala: conducta ó de ba- xa esfera : quando entregados 4 una vida -ociosa y araga- na repugnan toda ocupacion honesta: huyen del honrado trabajo á que nacimos todos condenados por justísimo de- creto de la Sabiduría eterna, y disipan en pocos: dias en el juego, enla embriaguez y en la luxuria el sudor de muchos años de sus padres? Non elegit Dominus ex istis (a). Podemos decir á esta gente como Samuel á los hijos ma- yores de Isaí: no, ne amados mios , no ha elegido Dios 4 estos jóvenes para que vivan de la suerte que ellos yiven. No podrian ciertamente sus ministros aprobar unas elec- ciones tan desarregladas. Consultémoslos de buena fe si pretendemos el acierto; pero exáminemos tambien nuestras inclinaciones , y tanteemos nuestras fuerzas, si no lo quere- mos: errar... Esto es lo tercero que propuse en el princi- pio para el acierto de nuestra yocacion. 3. Nadie puede dudarlo. Porque Dios nuestro señor no nos ha dado el discernimiento y la razon para que la tengamos ociosa , sino para que usemos de ella en todos los acontecimientos de la vida, pero con especialidad en los que son de tanta importancia , y de unas conseqiiencias tan terribles como la eleccion de estado. Debemos pues, exá- (a) Lib. r. Regum ,.C. Xv1, V.-10»

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