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362 SermoN XIV. unos exemplos ilustres de la castidad mas pura , del ma- yor desinteres, de la humildad mas profunda, de la cari- dad mas universal , y del zelo mas fervoroso por la salva- cion de las' almas, redimidas con el infinito precio de la sangre de Jesuchristo : Hoc fac, et vives. Sea tal vuestra vida, si quereis ser verdaderos sacerdotes, segun la volun- tad del Señor. Venerables religiosos : huid la vana curiosi- dad , como vicio sumamente perjudicial á nuestro santo ins- tituto. Si ella llega á dominarnos , perderemos el espíritu de recogimiento y retiro, tan necesario” para mantener el trato interior con Dios : la oracion nos será insípida, las ob- servancias monásticas intolerables: nada querremos saber si- no las novedades del siglo , que nos perjudicarán infinito: nada querremos ignorar de quanto pase en el monasterio, que no nos dañará ménos; porque nada nos importa su noticia, mi nos pertenece su gobierno , su direccion , ni lo que los demas hacen ó dexan de hacer , sino obedecer ú nues- tros prelados , salir'raras veces del monasterio , y entónces con justo motivo : ser verdaderos pobres de espíritu , tener un zelo ardiente de la salvacion de las almas , trabajar apos- tólicamente por ellas en el púlpitoy confesonario, asistir- las en:sús enfermedades, auxiliarlas” en su muerte, y le- vantar nuestras manos al ciélo desde el santo altar para atraer sobre los: pueblos las bendiciones de Dios; y en suma dar buen olor de santidad en todas nuestras obras , palabras y pensamientos, como decia el grande apóstol san Pablo: Chris- ti bonus odor sumus (a). De lo contrario , creedme, no so- lo la mano: de Dios estará enojada contra nosotros, sino tam- -bien experimentaremos armado para nuestra ruina el brazo de los príncipes seculares, que cansados de sufrirnos , aca- (a) -S. Paul. Epist. 1. ad Corinth. €. 11. y: 15