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Cowtra La CurIosIDAD. 353 pecado , pretende engañar á Dios , así como alucina al mun- do : de la vida ociosa , disipada , entregada á todos los pla- ceres de la carne, que como enemiga de la cruz de Jesuchristo no puede tener otro fin que la perdicion eterna. En suma: Scrutemur vias nostras: indaguemos , busquemos , y curio- samente exáminemos nuestra conducta ; y viéndola pecamino- sa en la presencia de Dios , detestémosla , aborrezcámosla, volviéndonos 4 su divina Magestad con un corazon contrito, y con un espíritu humillado ; y creamos que el Padre de las misericordias y Dios de toda consolación escuchará nuestros clamores , apreciará nuestras lágrimas , dará oidos favorables á nuestras peticiones, y perdonará nuestros pecados : Scrute- mur vías nostras::: et revertamur ad Dominum (a). De otra suerte, vivamos firmemente persuadidos á que la vana cu- riosidad , no solo será un obstáculo á nuestra fe, como lo aca- bamos de oir en esta primera parte; sino que tambien será un escollo á nuestras buenas costumbres , como lo veremos ahora en esta SEGUNDA PARTE. Todo el mundo conviene en esta verdad : que es imposi- ble salvarnos sin las buenas obras. Todos debemos confesar que el cielo.no se consigue sin exercitarnos en las virtudes, para sujetar las pasiones miéntras vivimos , que á pesar de la subordinacion con que deben estar á la razon , y del domi- nio que Dios nos concedió sobre ellas , se rebelan y revuel- ven incesantemente contra nosotros mismos. Una alma ador- nada de mortificacion, retiro y oracion, mantendrá siempre el dominio sobre sus pasiones: será señora de sí misma , y tendrá en la debida obediencia sus apetitos , 4 pesar de sus continuas resistencias; pero inmediatamente que, arrastrada (a) Jer. Tren. €. 11. Y. 40» TOM. 11. Ey o pra E a id ; e vi No EA e OS ts > ens a e ú e Ei

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