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SOBRE EL NÚMERO DE DIAS, Gcc. 329 todos somos pecadores, y por consiguiente:que nos. halla- mos en uno de los tres estados sobredichos. ¿Quál sea es- te, si el primero, el segundo ó el tercero: quántos son los pecados que Dios nos ha de permitir, y por qué á unos” permite muchos pecados, y á otros muy pocos? Todo esto: es un misterio profundo y terribilisimo que ignoramos. Dios es el criador y señor de todas las criatu- ras: él se compadece de quien quiere,” perdonándole sus pecados por un puro efecto de su misericordia : él no" se compadece de quien no quiere, negándole sin injusticia aque= Mas gracias eficaces y poderosas con que se convertiria: Ergo cujus vult miseretur, et quem vult indurat. (a). No paseis mas “adelante sin entender esta espantosa verdad. Dios, á la manera de un alfarero qué tiene entre sus ma- nos una grande masa de barro, forma vasos de distintas figuras y tamaños, y para diversos y encontrados fines: vasos para criar flores, y adornar con ellas vistosamente los altares: vasos para cocer las. viandas en la cocina, y andar siempre metidos en el fuego: vasos de honor ; y va- sos de ignominia, como se explica el grande apóstol san Pablo (b).. Suyo es todo el barro, dueño es de toda Ja masa para hacer de: ella. lo que mas bien le acomode; ¿y quién será tan temerario que le pregunte: por qué haces esto? Numquid dicit figmentum ei qui se Jinxit: quid me fecisti sic? Si algun vaso se le rompe puede formarle de nuevo si le parece, aun mas hermoso que ántes , ó pue- de arrojarle para siempre: entre: los cascos quebrados y deshechos , sin: que pueda volverá servir por los siglos de (a) S, Paul. Epist. ad Rom. c. 1x. y. 18. (b) Annon babet potestatem figulus luti ex eadem massa facere aliud quidem vas in honorem, aliud vero in contumeliam? S. Paul. Epist. ad Rom, C, 1X. Y. 21. TOM. 1I. TÉ