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SOBRE EL NÚMERO DE DIAS, «c. 319 yor santo ; que sea principio de su eterna felicidad. ¡O Dios terrible en tus consejos , y justo en tus de- cretos ! dad 4 mis palabras aquel fuego «que penetra los co- razones; y conceded á mis oyentes aquella docilidad nece- saria para escuchar con fruto vuestras verdades. A tus jui- cios apelo en este dia : ellos sean mi ayuda en la conver- sion verdadera de estas almas , que procuro y solicito con todo el afecto de mi pobre corazon (a). Esta gracia os su- plico por la intercesion”y ruegos de la mas amable entre todas las criaturas , de-la mas bendita entre todas las mu- geres , de vuestra purísima madre María santísima , pasto- ra. vigilantísima de las almas ; con cuyo patrocinio voy á demostrar el asunto que acabo de proponer. PUNTO PRIMERO. Es necesario que entiendan todos , decia san Gregorio Papa (b), que el número de dias que hemos de vivir sobre la tierra, puede considerarse de tres modos : como deter- -minado por la naturaleza , como decretado por la infinita misericordia , y como prefixado por la soberana justicia + Est numerus d. natura , est numerus a justitia , eb est nume- susd divina misericordia. El primero consiste en la com- plexion y armonía de los humores del cuerpo humano; los quales en unas personas estan mas bien formados y com- plexionados que en otras. Todos vemos que hay unos cuer- pos mas sanos , mas firmes y mas robustos que otros ; y que atendido únicamente su natural temperamento , unos exigen vivir mas años que otros; pero el término para todos, con- siderado en sí mismo , es el de setenta años , segun el san- (a) Vivet anima mea , et laudabit te: et judicia tua adjuvabunt me. Psalm, cXv1 V.-178s (b) 5. Gregor,

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