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se AT A Ex E A Dex Fin PARA QUE Dios Nos crió. 311 Si alguna vez llegasen los hombres á .conocer las mise- rias de la vida , lo breve de su duracion, lo contingente de su salud, lo infalible y necesario de su muerte, seria imposible que se detuvieran 4 gozar los bienes de la tierra: usarian de este mundo, como dice san Pablo, como si de él no usaran, y se verian precisados 4 confesar que no tenian aquí ciudad permanente ni segura: Non enim habemus hic manen- tem civitatem, sed futuram inquirimus (a). Buscamos, di- rian con san Pablo, la ciudad eterna de la gloria, en la qual pensamos gozar de Dios para siempre. Así precisamente dis- curririan los que obrasen segun la razon y la fe; pero sien- do, como dice la escritura , infinito el número de los ne- | cios , no .debemos admirarnos que tantos como hay en el mundo desatinen en su ignorancia: Yo me alegraria poder convenceros de ella con este símil verdaderamente signifi- cativo de mi pensamiento : si vieramos á un niño hijo de un rey muy poderoso, estar empleado con otros de su edad en coger puñados de tierra, y con mucho gusto en- tretenerse haciendo casitas con pequeños palos , débiles ca- ñas y denegrido lodo, ¿qué diriamos? Que era falta de capacidad y conocimiento, pues habiendo nacido para ha- bitar en un palacio magnífico, para mandar los pueblos, ceñirse la corona, y gozarse- con el rey su padre , estaba simplemente alegrándose con el cieno y con el polvo. ¿Pues qué otra cosa hace el hombre , habiendo sido criado pa- ra gozarse en los palacios eternos de la gloria, para man- dar á todos los apetitos y pasiones , y ver cara á cara al Rey de los siglos su Padre, su Dios, su Criador? ¿Qué otra cosa hace quando se goza en los aparentes bienes de la tierra, sino á manera de niño estarse entretenido con E ES ae ÓN — rn A MMT > UENEAUP A AAA ds ll de y ae ds se o + ) Ad Heb. €. xu. y. 14.