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310 Sermon XII. Hombre , dice santo Tomás de Villanueva , mira 4 los brutos , que ellos te enseñarán á amar: Docebunt te amo- rem (a). Diles á los peces ¿por qué aman las aguas, y no hay quien sin violencia los pueda sacar de ellas? Pregunta á las aves ¿por qué aman el ayre sin que haya quien las pueda arrojar de sus senos? Diles 4 los ganados ¿por qué pastan con tanto gusto las yerbas de los campos? Pregun= ta hasta á los insensibles : ¿dile al fuego por qué sube, á la piedra por qué baxa, al agua por qué corre, al árbol por qué florece, á la tierra por qué produce? Todos te responde- rán que aman estas cosas como á fin para que Dios las crió; ¿pues cómo tú, criado para andar en las llamas del amor divino como el pez en las aguas , como la ave en los vien- tos , como el: fuego en su esfera, y como el agua en su centro, no amas esta bondad para que te crió? Obtupes= cite cali super hoc , et porte ejus desolamini vehementer, dicit Dominus (b). Asombraos cielos , y despedazaos puer- tas eternales , dice el Señor , porque mi pueblo tan que- rido, por quien baxé del cielo á la tierra , por quien pa- decí la muerte en una afrentosa cruz entre exquisitos tor- mentos , este, este mismo pueblo tan favorecido, me ha dexado; y siendo yo la fuente de las aguas vivas, él se anda buscando las cisternas rotas y disipadas que no pueden contener el agua de consolacion y refrigerio de su espíritu , que solo puede encontrarla en conocerme y amar- me: Intelligendo amaret. Mas no solo crió Dios al hombre , como habeis visto, para que le conociese , y conociéndole le amase, sino tam- bien para que amando le gozase: Et amando fruerctur, (a) $, Thom. á Villan. (b) Jerem. €. 1. y, 12.

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