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AAe A ii sami e ld , loo cal. Der Fry PARA que Dros Nos crió. 30$ gentilidad ;6 ha de mandar lo bueno, y prohibir lo ma- lo. Ved aquí otra razon que naturalmente se sigue de la primera, y que ningun entendimiento humano puede ne- gar , si voluntariamente no se ciega. Gonociéronla Jos mas sabios gentiles; y. de este principio procedian aquellas vir- tudes morales que en muchos admiramos , y aquel no que- rer cometer un pecado por todos los bienes del mundo, Sir- ya de comprobacion este maravilloso caso de Licurgo. Fué elegido este famoso legislador por rey de los lacedemonios, en caso de que la muger de su hermano el rey difunto no hubiera quedado con sucesion. Esta pérfida reyna, llevada del amor que profesaba á Licurgo, le dixo un dia estas palabras : yo me hallo embarazada de mi difunto marido: segun la ley del reyno, el fruto de mis entrañas os quita de la mano el cetro, y la corona de la cabeza, que te- neis tan merecida. Si quereis atender á vuestra convenien- cia. , yo con una bebida quitaré la vida al fruto de mi vien» tre, y quedará incontrastable el derecho que tencis á la co- rona. Solo os suplico no olvideis á la que á costa de su misma sangre os hace este sacrificio. Licurgo, detestando en su corazon la crueldad de esta: bárbara muger ,. respondió por aquietarla : dexad , señora , venir á luz esa criatura, que en caso de incomodaros , medios habrá para despren- deros de ella, Parió con efecto la reyna un hermoso infan- te : convocó inmediatamente Licurgo á los magistrados y al pueblo; y vistiendo al niño con la púrpura real, le to- mó en sus brazos, le presentó 4 la multitud , y dixo en alta voz: viva , señores, la justicia y fidelidad: aquí teneis á vuestro rey 3 que no soy yo mas que uno de sus vasa- llos. ¡Accion verdaderamente admirable! Un gentil por un reyno entero no quiso cometer un pecado, ni tener parte en el aborto , conducido solamente de la luz de la razon, TOM. 11. Qq