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0 AT AO 294 SERMON XIL DEL FIN PARA QUE DIOS NOS CRIÓ. Notum fac: mihi, Domine, finem meum. Psalm. 38.v. $. Dienpr que: movido de la: gracia de Dios, decia san- to Tomás de Villanueva, me pongo: atentamente á consi- derar los, inútiles trabajos é infructuosas fatigas de los hom= bres ; siempre que miro sus vanos pensamientos, sus cie- gos discursos y corrompidas obras, no puedo contener. las lágrimas que corrén apresuradamente de mis ojos. ¿Quién, prosigue diciendo .el mismo santo (a), no:se llenará del mas profundo sentimiento al mirar tanta multitud de -hom- bres tan. lastimosamente engañados , amando la vanidad , y buscando la mentira? ¿Qué corazon de bronce no se rom- pe , qué entrañas de- diamante no. se:parten- al considerar que una tan noble criatura como es el hombre, por quien los cielos , la tierra, los mares , y todos los demas cuerpos de este mundo fueron hechos, viva envuelta entre las mas densas tinieblas de la ignorancia , sin saber el fin para que Dios la crió? No penseis, católico auditorio mio, que hablaba el santo de la innumerable multitud de infieles, turcos , moros, ju- díos , hereges y cismáticos, á quienes está esperando la condenacion eterna, 4 los que podemos decir lo que Je- suchristo 4 Judas, que mejor les fuera no haber nacido, que hallarse en un tan infeliz estado (b): hablaba el san- to de nosotros que hemos recibido la fe: hablaba de tan- (a) Santo Tomás de Villanueva en el sermon de la Asuncion de nuestra Señora. (b) Bonum erat ei, si matus non fuisset, Matth, C. XXVI: Vs Ade

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