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te ConTRA LAS COMEDIAS. 277 teatros. Pero ¡ah! que no necesitais salir. de: vuestro pue- blo. El Dios Omnipotente , 4 cuyo imperio tiembla la tier- ra , braman los mares , corren impetuosamente los vientos; y el fuego abrasa quanto encuentra , os ha dado muestras en :vuestro' teatro abrasado, que hay poder en su brazo pa* ra castigaros , si rebeldes á la-luz de la verdad , os abra- zais obstinados con las tinieblas del error. Ya es tiempo, amados mios, de dispertar del adormecimiento del pecado: Ya es tiempo de renunciar para siempre semejantes diver» siones; y pues yo ofrecí responder á los pretextos que alegais para justificar vuestras comedias , proponedlos ¡n- mediatamente , y os daré la satisfaccion mas completa en esta Ñ SEGUNDA PARTE. El gran padre san Agustin, tratando de las astucias con que el corazon humano satisface sus deseos , dice que ante todas cosas procura figurarse como bueno lo que quie- re, y tener por santo aquello de que gusta: Quodcumque volunt ; bonum est , et quodcumque cis placet, sanctum est, Si solamente el bien verdadero se amase, y el verdadero mal se aborreciese , desaparecerian de :un- golpe todos los pecados-del mundo. El daño grande consiste en no-obser= var esta asombrosa verdad , en llamar muchas veces. mal al bien , y tener por bien lo: que es verdadero mal. -Miradlo tn muestro asunto : los amadores del teatro quieren asistir á las comedias; pero hallan , si las miran sin preocupacion, que ellas son, como dice un célebre autor en nuestros dias, una escuela en que se aprende ' todo género “de vi> cios opuestos, no solo :á las costumbres de un: cbristiano, sino 4 las de un hombre honrado de qualquierá religion; ¿Y qué hacen en este caso? Procuran borrar de su ima» ginacion esta idea justa de las comedias , y forman ellos