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nt CoNTRA LAS COMEDIAS. 261 leyes de la Iglesia y decretos de los príncipes : repugnantes á la recta razon , y destructivas de las buenas costumbres , ¿no me hareis la justicia de condenarlas? ¿Sereis como'los hom- bres insensatos , á quienes ni mella la razon, ni ablanda la au- toridad? ¿Imitareis á los enfermos frenéticos , que se vuelven contra el médico , y arrojan léjos de sí las medicinas? No, se- ñores : Confidimus autem de vobis dilectissimi meliora , et vi- siniora saluti(a). Pensamos mas favorablemente de vosotros, y creemos que si hasta el presente habeis estado envueltos en las tinieblas universales de los que por ignorancia Ó por mali- cia defienden los teatros , abrireis los ojos á tanto golpe de luz , y seguireis en adelante el camino verdadero. Escuchad- me pues con toda vuestra atencion. 1. La comedia es contraria al espíritu del christianismo: primera verdad. Para demostrarla , es necesario hacer ver lo que es un christiano , y lo que es una comedia. Un christiano, dicen los santos padres , es un ciudadano del cielo, que des» terrado por algun tiempo en este valle de lágrimas , no debe suspirar sino por aquella patria celestial , para la que Dios le ha criado : que caminando sin cesar á la perfeccion de su res» pectivo estado , usa de las cosas de la tierra , solo en quanto pueden conducirle á la bienaventuranza , desnudándose valé» rosamente de todo aquello que puede unirle al mundo ó á las criaturas y y separarle de Dios. Un christiano es un hombre, que renunciando con el afecto 4 todo criminal placer de los sentidos , hace pacto con sus ojos ,como Job (b)., para no fi- xarlos en objetos capaces de seducirle : cerca sus oidos con és- pinas , como manda el Espíritu santo (c), para no escuchar palabras indecentes , discursos impuros , ni cosa que pueda (a) Ep. D. Pauli adHebr. c. yn. v.9. (b) Job ,c. xxx1. y. 1. (ec) Eecli. c. xxyu1' y, 29,

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