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2 SERMON PRIMERO DE LA MISERICORDIA DE, DIOS, Misericordie Domini , quia non sumus consumpti : quia non defecerunt miserationes ejus. Thren. Hierem. E UL Y, de. Desde el principio del mundo hásta ntréstros “mismos dias se ha manifestado Dios nuestro señor 'no ménos justiciero contra el pecado , que misericordioso con el pecador. 1rritada su ira contra el vicio”le ha castigado en todos los siglos' con “la mayor severidad ; y reprimida al mismo tiempo su máno of: nipotente del impulso de su misericordia , ha proporcionado medios al hombre delinqijente para su enmienda, y para que no experimente , mediante ella , st! total ruina. Las santas esi crituras y la historia eclesiástica 'nós ofrecen admirables' prive bas de esta verdad en el antiguo y nuevo testamento. Mul tiplicanse los hombres prodigiosamente en los dias de Noe: mézclanse indistintamente los hijos de Dios con lis 'hijas de los hombres : corrompe toda'carne su camino; y los pénsai mientos de los hombrés inclinan sus corazones 4 la maldad en todos los instantes de su vida: Determina Dios acabar con ellos por medio de un diluvio universal ; y al mismo tiempo que, enardecida su cólera , pone en exectición este formida- ble decreto , reserva al justó Noé con su familia, para que mantenga la santidad de su culto, propague el género húma- no , y haga conocer su justicia y su misericordia á los siglos venideros (a). Roba el rey Antíoco el templo santo de Jeru- (a) Genes. C. vi. y. 1. et seg.