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RE a TZ SoyrE LA' DevocróN , ác. 223 poniéndose 4 quedar excluidas para siempre de. su bien-= aventuranza : á tantos y tantas que, como el siervo pe= rezoso, no trabajan en: el cultivo de la viña de su alma, dexan pasar inútilmente el precioso tieimpo de- lá vida, y en el momento triste: de la muerte atados de pies y ma- nos son arrojados por irrevocable sentencia en las tinie- blas extériores , como dice el evangelio. ¿Qué remedio pues, para uña enfermedad tan perjudicial:y «tan maligna? Yo no encuentro ótro sino arrojar al: momento de: muestras al: mas un veneno tan mortal, pero tan traidor y disimu- lado, y revestirnos despues de un nuevo espíritu para dedicarnos al cumplimiento de nuestras: obligaciones. con un maravilloso fervor : concebir un grande zelo por la salvacion de nuestras almas y las. de nuestros próximos, y resolvernos eficazmente á vencer con fortaleza christiana, ayudados de la divina gracia , los respetos humanos , las tentaciones del demonio , las: máximas' del mundo , y los combates domésticos de muestras mismas pasiones: fervor, zelo y fortaleza , tres remedios contra la enfermedad de la tibieza, y que nos harán pasar desde ella á la clase de verdaderos y fervorosos devotos. 111. : Estos son amas personas que :hácen de su obli= gacion su mérito para con Dios, el mayor gusto para:sí mismos , y su honor para con el mundo. Hacen digo-su mérito para con Dios, porque lo que Dios les pide sin» gularmente , y sobre todas las «cosas , es el cumplimiento de sus obligaciones; porque. una vez. que son obligació» nes ordenadas: por : Dios, quanto «mas pérfectamente Jas Ml DIN Ñ ¡ M | a cumplen, tanto mas perfectos son: en su divina presencia, y agradables 4: sus. ojos.. Por este medio se conforman tam- bien con dos decretos de :su sabiduría en «el: gobierno. del mundo : porque ¿qué es:lo que hate subsistir la: sociedad