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SOBRE EL GENIO. 211 genio? Sí, alma mia , puedes temer el condenarte por no juzgar con equidad , manejar con caridad , y sufrir con pa- ciencia el genio de tus próximos. Resolvámonos pues, al» ma mia, á llorar lo pasado, á enmendarnos en do presen- te , y prevenirnós seriamente para «lo: por venir; y de esta suerte , este amable Redentor que no quiere la muerte del pecador sino que se arrepienta y viva , nos perdonará nues- tros pecados , si contritos le decimos con todo. el «corazon: Señor mio Jesuchristo , bre. ARA CATA ACNE EHH O EHH EOI OEA CHO AO SERMON IX. SOBRE LA VERDADERA Y FALSA DEVOCION. Via Sion lugent, eo quod non sint, qui ventant ad solemnitatem. De Lament. Hierem. c. 1. v. 4. q JEstoran los: caminos de Sion, porque no se halla perso- na que venga á la solemnidad. Así se lamentaba en otro tiem- * po el gran profeta Jeremías, al mirar desierto el magnífico templo de Jerusalen , los sacerdotes solos , ofreciendo los sa» cxificios., y el.pueblo enteramente olvidado de la asistencia á la santa casa del Señor : Vie Sion lugent, eo quod non sínt, qui veniant ad solemnitatem. No podemos en el dia lamen- tarnos, como el profeta, de que falten personas que concurran á las solemnidades. Ninguna otra cosa vemos mas freqiiente- mente que inundarse las Iglesias de toda clase de gentes: con- currir á los templos , como á competencia todos los estados, y formarse una especie de ley para no faltar á las funciones de Iglesia , oir todos los sermones , y hacer todas las novenas que se acostumbran en los pueblos. Sin embargo , si atenta- mente miramos las costumbres de los pueblos : si desciframos Dd 2 NE F E A inacad