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198 SermoN VIIL santa misa, vuelva á cuidar de la familia , 4 poner en arre- glo'las cosas de la'casa, y aplicarse á la labor; y ella por lo mismo , y á pesar de una voluntad tan “justa de su" marido; persevera en sus falsas devociones: por irritarle. Sabe un- hijo que por salir de casa por las noches mortifica el genio de sus padres; y léjos de obedecerlos continúa sus visitas nocturnas, Menando de amarguras 4 los que le diéron-el sér despues de Dios. Entiende una hija-que sor de suma mortificacion para su madre las compañías que admite, los muebles ó cortejos que mantiene , y el desordenado aliño de sus vestidos , y atrope- llando- todas las obligaciones que la piedad , la obediencia y la religión la imponen'; sigue en sus amistades y comunica: ciónes, martirizando de esta suerte 4-sus mismos progénitores. Siente una muger el genio pronto y fogoso de sz marido, y en vez de tratarle con mas caridad y agrado , le irrita con su soberbia , le pone en movimiento, y enciende con: tercas é interminables réplicas; hasta que convertida su casa ef un in - fiérno-, brotan por todas partes-las maldiciones; los júramen- tos, las palabras torpes ,-las riñas y los escándalos. Así se ob= serva en nuestros «dias este importante precepto del apóstol; Alter alterius onera' portate, eE sic adimplebitis legem Chris. +: (a). ¿Es esto sufrirsemútuamente: las gentes sus debilida- des, como-lo recomienda'san Pablo; ó es valérse del cono. cimiento que se tiene del genio de nuestro próximo , para irritarle mas furiosamente, y mas vivamente mortificarle? ¿Será esto conforme á-la santísima y suavísima- ley de Jesu- ebristo? ¿Dirá conformidad con la caridad christiana, que to= do lo sufre, todo lo cree , todo lo espera? ¿que no se irrita, no piensa mal de nadie, no busca sus propios intereses, ni se alegra del mal que les sucede á sus próximos? ¡ Válgame (a) Epist. D. Paul. x. ad Galat. c. yr. v. 2.