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SOBRE EL GENIO. 197 juzgar con equidad el genio de nuestros próximos: mas para esto se necesita una caridad universal para manejarlos; y esta es.cabalmente- la que á vosotros os falta. : :2...Representad en, vuestro espíritu los primeros dias del christianismo. , y adwertid entre la multitud de los creyentes una paz suma, una tranquilidad inalterable : la division no se conocia, la discordia; ni aun se, nombraba ;, el evangelista san Lucas no teme .decir , como una cosa pública 4 todo “el mundo, que toda aquella prodigiosa multitud de.fieles parece no tenia mas que un corazon y un alma: Multitudinis autem credentium erat cor unum., et anima una (a). Pues qué , ¿no habia entre, tanta diversidad. de, naciones ,. de estados, eda= des empleos, sexós y condiciones , genios diferentes, genios opuestos? Habíalos sin duda alguna ; pero el amor de Jesu- christo los congregaba , la caridad christiana los enseñaba á manejar los genios has opuestos, y á conservar entre todos esta prodigiosa union , que los paganos mismos no podian mé: nos de admirar: Multitudinis autem credentium erat cor unum, et anima una. ¡Felices tiempos, por cierto! ¡dichosos dias! ¡y cómo habeis desaparecido enteramente! En los nuestros, léjos de tratar con caridad el genio de nuestros próximos , se procura conocerlos , para vengarnos mas seguramente ,- para irritarlos:mas furiosamente, y para acometerlos mas ventajosa- mente. ¡Qué dolor! ¡qué lástima! Pero vamos á casos prácticos, y tocarcis esta verdad con todos vuestros sentidos... Advierte un caballero que un amigo suyo siente indecible. pena con al- guna de sus acciones , y en' vez de compadecerse'de aquella debilidad, prosigue en ellas con teson por darle en rostro , y causarle sentimientos. Conoce una muger que no gusta su marido gaste tantas horas en la Iglesia, sino que en oyendo la (a) Act, Apost, €. 1v. v. 32

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