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SoBrRE EL GENtOo. 193 PRIMERA PARTE. No puede negarse , oyentes mios, que hay corazones tan bien formados , y almas tan preciosas, que la naturaleza y la gracia , como he dicho, parece que conviniéron en formarlos para gloria de la sociedad christiana. Nada hallamos en - su. trato que nos sea perjudicial ó enojoso. Alegres sin disolu- cion , generosos sin malicia , caritativos sin interes : ellos se compadecen de nuestras desgracias sin baxeza , sufren nues- tros defectos é imbecilidades , como las llama san Pablo , sin autorizarlos , y llenos de candor , paciencia , dulzura é ¡ino- cencia , arrastran el corazon, y nos llevan el afecto. Pero ¡6 gran Dios! ¡y qué raros son estos genios tan cabales entre los hombres! ¡qué pocos pueden decir lo que el grande Sa-' lomon! Sortitus sum animam bonam (a). Lo comun es ha= Harse genios desnudos de las qualidades sobredichas : genios iracundos , tercos, quejicosos , melancólicos , taciturnos , dé- biles, y llenos de otras muchas imperfecciones , com quie- nes sin embargo debemos vivir , tratar , y mantener la ver- dadera paz y buena armonía , que Jesuchristo , príncipe de la paz , como le llama Isaías (b), vino á establecer en el mundo. Para cumplir esta obligacion, que tambien nos intima san Pablo, quando-nos dice: Cum omnibus hominibus pa- cem habentes (c), debemos juzgar con equidad el genio de nuestros próximos , debemos manejarle con caridad, y sufrir- le con paciencia. Ved aquí tres cosas, que es muy raro el christiano que las cumple : Debemus autem nos imbecillita- eii + PE a bi MIL pi | a (a) Sapient. c. vin. v. 19. (b).. Et vocabitur nomen ejus admirabilis , consiliarius, Deus, fortis, pater futuri seculi , princeps pacis...Isai. c. 11, v. 6. (c) Epist. D. Paul. ad Rom. c. x11. y. 18. TOM. 11. Bb