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SOBRE EL: GENrO. 189 manifestando invenciblemente la necesidad de su remedio en la humildad , en el retiro de los peligros y en la mortificacion christiana. Pero sin duda alguna asegurareis vosotros , que es mas digno de alabanza aquel predicador que , no contento con describir el horrof maligno de la soberbia, la abominable feal- dad de la lascivia , y la detestable naturaleza de otros vicios, pasa 4 indagar las causas , á penetrar el orígen , 4 descubrir los principios de estos males , para que 4' conseqiiencia de sus descubrimientos aplique los remedios con mas felicidad, cor- tando-las dolencias en: su raiz. ¡Ay , señores! Si yo tuviera los talentos necesarios para practicarlo así , escuchariais en esy ta tarde un asunto verdaderamente peregrino, un asunto se- guramente extraño , pero tan útil , tan importante , tan nes cesario , que én él hallariais ef orígen de vuestros males, y el principio de todos vuestros bienes. Veriais que todos hablan y tratan de este asunto, y que ninguno le conoce y maneja co- mo debe: veriais que con sufrir y manejar con paciencia y con prudencia el genio de vuestros próximos , y con sujetar y go- bernar , segun verdad y razon , vuestro genio mismo , des- aparecian del mundo millones de millones de pecados , y que- daba todo el universo en brevisimos dias reformado : veriais, en fin, que.esta. grande verdad , y este admirable secreto nos enseña san Pablo, quando dice: Debemus autem nos firmiores imbecillitates infirmorum sustinere , et non mobis placere. Rara cosa , direis acaso vosotros , todos los dias estamos hablando del genio , y jamas habiamos pensado que el genio bien dirigido era el principio de todos.los bienes ; y el genio mal gobernado la causa de todos los males. Pues no lo dudeis, carísimos oyentes: preguntad sino á úna muger soberbia, ¿por qué .maldice con tanta freqiiencia á sus hijos, lenando de, es- cándalo 4 su familia, y llegando el fuego de la discordia á,los oidos de la mas distante vecindad? Porque el genio de mima-