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388 SermoN' VIL te, 4 una indecencia, 4 un pecado? ¡O mi Dios conser: ¡wador. , que mantienes mi vida con: tu adorable y divina pro- videncia , sacándome- de. tantos peligros , alejándome de ran» tos riesgos', y ¡proveyéndomie de tantas misericordias y: libe: ralidades! - ¿cómo no me'rindo 4 tan grandes beneficios , y 4 un amigo tan benéfico y liberal? Dios mio , acábese ya mi resistencia ; pues quiero postrarme 4 vuestros pies ,. y decir ¿con ¡toda mi alma: Señorimió:Jesuchristo , Une. SERMON VIIL SOBRE'EL GENI1O. Debemus autem' nos firmiores imbecillitates infirmorum $ns- tinere «et non nobis placere. S. Paulus in epist. ad Rom. c. xy: y::1, 2 Bien sabeis , amados mios , que uno de los primeros cuidados de un diestro médico es conocer , no solo la enfer- medad que experimenta el doliente, y el remedio oportuno para curatla , sino penetrar el:orígen ; la: cansa Ó- el principio de:que!la enfermedad procede , para que aplicando las medi- cinas , seguneste necesario y preciso conocimiento, logre quantoántes el alivio , y sea mas permanente su restableci miento. No de. otra suerte los' predicadores 5 que por'su san- to ministerio. deben curar. las:enfermedádes: del alía con la «eficaz: medicina' de: la palabra de Dios, procuran buscar el orígen de los yicios., para, aplicar allí-con zelo verdaderamen- te apostólico los remedios.mas activos. Laudable es, por. cier» to , el empeño de un ministro de la:,divina palabra , que vi- -gotosamento declama. contra: la deshonestidad . y Ja soberbia;