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O - pe Sobre Los PeLiGrOS , Kc. 169 y darle un moderado contentamiento; á que deben contribuir las virtudes morales para que no sea desarreglado y vicioso: que por eso con advertencia añadí al bien deleytable lo ho- nesto , para separar de toda buena amistad el bien puramen- te deleytable que :buscan las personas viciosas en los juegos, en-los bayles, en los teatros , y en el desarreglo de los ape- titos y pasiones. La tercera y última especie de amistad de que trataremos en este sermon , se llama amistad christiana; y esta no solamente es honesta , sino santa , y un medio €x- celente de perfeccionarse en la santidad. Fúndase- sobre las virtudes christianas y sobrenaturales , sobre los dones y gra- cias del cielo , de que estan adornados aquellos que elegimos por amigos ,.y cuya comunicacion y amistad mos es de un gran socorro para adelantarnos en la virtud. Los mayores santos han tenido.sus amistades particulares. Mi padre san Francisco la tuyo muy íntima con san Antonio de Padua, á quien llamaba su obispo: san Juan Chrisósto- mo la tuyo muy estrecha con san Basilio : san Agustín con san Gerónimo : san Ildefonso con san Isidoro; y el mismo Jesuchristo , santo de los santos , tuvo una amistad muy ín- tima y estrecha con el evangelista san Juan. ¡Dichoso el hom- bre que halla un amigo semejante! ó,, para hablar con las pa- labras del Espíritusanto , ¡bienaventurado el que encontró un amigo verdadero! Beatus qui invenit amicum verum (ad, La amistad mundana y la amistad christiana tienen muy diferentes caractéres que las distinguen. La amistad mundana tiene por fundamento. la hermosura , la riqueza, el genio agradable, y otras ventajas como estas; pero la amistad chris- tiana tiene por fundamento la virtud. La primera ciega el espíritu y corrompe el corazon : la segunda hace dulce la vi= (a) Eccli, c. XxXY. Y. 17 TOM. II. Y

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