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156 SermoN VI, cercanos solo traten de abalanzarse á su hacienda, de repartir entre sí mismos sus fatigas , y enriquecerse con sus despojos. Así os pagaremos vuestras mentiras, vuestras murmuracio. nes , vuestras calumnias; y miéntras que vosotros , ¡ó infeli- ces murmuradores! aparecereis delante de los cielos y la tier- ra como unos espíritus vanos , que entumecidos con una sOo- berbia luciferina, cortan y despedazan quanto encuentran : con mo unos espíritus envidiosos , que se. carcomen y consumen por la felicidad agena : como unos espíritus vengativos , que sacrifican 4 su ódio y resentimiento. las reputaciones. y famas mas bien. acreditadas ; y como unos espíritus Jibertinos , que llevan la impiedad é irreligion en su lengua y en sus manos, en sus pensamientos, en sus: palabras y escritos: miéntras que todo el mundo os llenará de oprobrio por lo afrentoso y vil de vuestro pecado , nosotros solos entre el vestíbulo y el altar lloraremos, para que vuestro:castigo sea. ménos riguro- so , y ménos funestas las conseqiiencias de vuestras murmura» ciones : esta es cabalmente la materia de la SEGUNDA PARTE, | Es indubitable, amados mios , que hay varios pecados que llevan consigo un cierto aliciente , que llama y convida á los hombres para cometerlos. Represéntase en ellos alguna especie de bien, que sin embargo de su debilidad , es muy bastante para inclinar y atraer los: hombres á queno reparen tanto como es justo en su fealdad y su malicia. Un ladron, por exemplo, comete , ¿quién lo duda? un gravísimo pecado; pero él se figura una particular utilidad enla cosa hurtada, que le mueve á cometer el, hurto.. Un impuro , bien conoce que peca, quando con sus pensamientos , sus palabras y. sus obras contraviene al sexto mandamiento de la ley inmaculada del Señor ; sin embargo, se entrega á: los desórdenes de su